El informe trata de determinar el grado de resiliencia de las Comunidades Autónomas en materia de empleo. La resiliencia es la capacidad para adaptarse positivamente a situaciones adversas. Desde una perspectiva económica, este concepto se utiliza para analizar la habilidad de una región o país de resistir los efectos de una recesión económica o, de otro modo, la capacidad para recuperarse de la misma.
Para analizar la resiliencia de las regiones españolas desde el inicio de la última crisis económica se utilizan dos indicadores: el índice de resistencia y el índice de recuperación.
La resistencia del empleo en CLM durante la crisis, inferior a la media
El índice de resistencia se obtiene comparando la tasa de variación del empleo de cada región con la del país en su conjunto entre el tercer trimestre de 2007 y el primer trimestre de 2014, fechas en que se alcanzaron el nivel máximo y el nivel mínimo de empleo para el conjunto de España.
En este sentido, la destrucción de empleo golpeó duramente en Castilla-La Mancha, que pasó a ser la cuarta región española donde porcentualmente más empleo desapareció durante la crisis económica. Concretamente, el empleo cayó en este periodo 9,6 puntos más que la media nacional, situada en 18,3%.
Tres años y medio después de la crisis, somos una de las regiones que menos empleo ha recuperado
Por otro lado, el índice de recuperación también se calcula como la relación entre la tasa de variación del empleo de cada región y del conjunto de España, pero para el periodo de recuperación de la crisis económica, que se considera que transcurre desde el primer trimestre de 2014 hasta el tercer trimestre de 2017.
Pese a lo que pueda parecer, el índice de resistencia no es determinante del posterior nivel de recuperación, ya que, si atendemos al caso de Baleares, se observa cómo ha pasado de ser la región española con menor resistencia, con una destrucción de empleo 3,8 puntos por encima de la media nacional. A día de hoy, las Islas Baleares han conseguido no sólo recuperar los niveles de empleo previos a la crisis, sino que los ha incrementado.
En cuanto a Castilla-La Mancha, los datos señalan que, una vez iniciada la recuperación económica, nuestra Comunidad figura en el grupo de autonomías que crean empleo a menor ritmo. Es una de las siete autonomías (Extremadura, Galicia, Asturias, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Castilla y León y Aragón) cuyo empleo es todavía más de un 10% inferior al que tenían antes del inicio de la crisis en 2007.
De hecho, Castilla-La Mancha es la segunda comunidad del Estado, sólo por detrás de Asturias, a la que más tiempo le está costando recuperar empleo perdido durante la recesión económica. Ha necesitado tres años y medio, 14 trimestres, para recuperar el 85% del empleo que tenía cuando estalló la crisis.
El informe de BBVA en colaboración con el IVIE señala que el turismo es la actividad que lidera la fase de recuperación económica actual, por lo que los peores resultados en el índice de recuperación se corresponden, en líneas generales, a regiones más industriales, menos especializadas en la construcción en la fase pre-crisis.
Así, las regiones con mayor tasa de recuperación son Baleares, Aragón, Andalucía y Canarias, todas ellas con gran peso del sector turístico. Aragón, de hecho, es un destino de turismo interior, grupo en el que también se engloba Castilla-La Mancha.
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