El gobierno del presidente García-Page elaboró un escenario macroeconómico en el que situó el crecimiento real del PIB para el año pasado en el 3%, igual que el conjunto del país. Finalmente, España ha alcanzado el 3,1% y Castilla-La Mancha el 2,5%, lo que supone que la brecha de riqueza/pobreza entre España y nuestra Comunidad ha aumentado un 20% en el último año. Castilla-La Mancha ocupa el puesto 14 de las 17 regiones españolas en crecimiento económico durante 2017.
El crecimiento del PIB a precios de mercado (sin descontar los deflactores) situó la riqueza a final de 2017 en 40.046,06 millones de euros, todavía por debajo de los 40.389,12 registrados en 2008, antes del estallido de la gran depresión, lo que viene a confirmar lo anticipado por Clm21.es de que sería en el primer semestre de 2018 cuando la Comunidad lograría alcanzar los niveles precrisis. El conjunto de España logró recuperar los niveles en 2016, dieciocho meses antes que Castilla-La Mancha
Las consecuencias del menor crecimiento del PIB en 2017 son inmediatas y afectan a políticas públicas y a la ejecución presupuestaria, al estar algunos indicadores y límites como el de objetivo de déficit, o deuda que están referenciados al PIB.
El dato viene a confirmar lo anticipado por Clm21.es y respalda los análisis de sus informaciones económicas y echa por tierra las continuas notas de prensa del gobierno en la que se trataba de dar una lectura excesivamente propagandística de los diferentes indicadores (turismo, empleo, producción industrial, exportaciones…) que se iban conociendo mensual o trimestralmente a lo largo del año, en un claro ejemplo de institucionalización de la postverdad.
El dato ha sido incluso peor del anticipado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que el pasado 1 de febrero vaticinaba que la economía regional podría haber cerrado 2017 con un crecimiento del 2,8%, lo que fue contestado por el ejecutivo con una nota en la que se aferraba a las previsiones realizadas antes de fin de año por el centro de estudios CEPREDE. El gobierno mantenía que Castilla-La Mancha sería la tercera economía regional que más crecería por detrás de Aragón y Extremadura, finalmente ha sido la decimocuarta, justo y ligeramente por delante de Extremadura. En lo que acertó fue en lo de Aragón que ha sido la región española más dinámica con una tasa del 3,6%.
La evolución de la riqueza regional y del número de habitantes de Castilla-La Mancha (8.000 menos que en 2016) hizo que el PIB per cápita de Castilla-La Mancha se situara en 19.681 euros, 5.318 menos que la media nacional, lo que supone un porcentaje más bajo del 21,27%. Sólo Extremadura (17.262) y Andalucía (18.470) presentan peor índice de riqueza regional por habitante. La caída en términos interanuales del PIB per cápita en Castilla-La Mancha es del 0,4%.
Los datos revelan que la evolución media del PIB entre 2010 y 2017 ha sido de crecimiento cero, frente a una evolución nacional positiva del 0,9%, lo que indica el retraso de Castilla-La Mancha en la salida de la crisis económica.
El sector que se ha mostrado más dinámico en nuestra Comunidad durante 2017 ha sido el de actividades profesionales, científicas y técnicas; actividades administrativas y servicios auxiliares, que presenta una tasa de crecimiento del 7,1%. También crecen por encima del 2,5% de la media de Castilla-La Mancha el de información y comunicaciones (5,6%), comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos de motor y motocicletas; transporte y almacenamiento; hostelería (3,6%), la industria (2,8%) y dentro de la industria la que aporta más valor es la manufacturera (3,2%), la construcción (2,7%). La agricultura presenta un crecimiento igual al conjunto regional del 2,5%. En el polo opuesto están las actividades financieras y de seguros que en lugar de aumentar han caído un 2,9%.
Esta evolución sectorial hace que el 19,8% de la riqueza regional lo aporte la Industria. El segundo sector es el de la administración pública (19,1%), el comercio, la hostelería y la reparación de vehículos tienen un peso del 17,6 en la economía regional, las actividades inmobiliarias el 8,6%, la agricultura del 7,7%, la construcción del 6,2%, las actividades profesionales el 3,6%, las artísticas, recreativas y de entretenimiento el 3,2%, las financieras y de seguros el 3,1% y las de información y comunicaciones el 1,7%.
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