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El gobierno escribe su propio relato al margen de los hechos y los datos
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El gobierno escribe su propio relato al margen de los hechos y los datos

jueves 10 de mayo de 2018, 20:49h
Lo de “Juntos progresamos” es un buen eslogan que, a decir por los últimos indicadores económicos y sociales, tiene más de marketing que de verdad. Tal vez por eso el socialismo oficial se haya decantado por desacreditar los datos oficiales y las fuentes que los elaboran. Los días de balance se convierten en días de anuncios. Es un tiempo de muchas palabras, de muchos relatos con los que confundir y tapar los hechos.

Por ello es conveniente, en ocasiones, recordar los hechos para enfrentarlos a los relatos. Vayamos con un ejemplo de esta semana, que viene de lejos y que tiene la siguiente cronología de hechos:

6 y 7 de septiembre de 2017. El 6 de septiembre de 2017 la mayoría independentista en el parlamento de Cataluña aprueba la ley del referéndum. El Gobierno de Cataluña en pleno firma, en el mismo Parlamento, el decreto de convocatoria de la consulta. El Parlamento admite a trámite la ley de transitoriedad jurídica y fundacional de la república de Cataluña.

20 de septiembre de 2017. La Guardia Civil detiene al equipo de Oriol Junqueras que organiza el referéndum ilegal del 1 de octubre, que ha sido suspendido por el Tribunal Constitucional. En total son 14 los detenidos.

22 de septiembre de 2017. El vicepresidente del gobierno regional de Castilla-La Mancha se entrevista con Oriol Junqueras, vicepresidente de la Generalitat de Catalunya, para "poner de manifiesto la voluntad de ambos gobiernos en la defensa de la democracia y las libertades".

27 de octubre de 2017. A las 15 horas y 27 minutos El Parlamento de Cataluña aprueba la creación de “la república catalana, como Estado independiente y soberano”.

2 de noviembre de 2017. La jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela dicta auto de prisión incondicional contra Oriol Junqueras y otros siete altos cargos del gobierno catalán. La magistrada les atribuye los delitos de rebelión, sedición y malversación.

4 de mayo de 2018. 11 y 30 minutos de la mañana. Más de 700 castellano-manchegos, al amparo del artículo 30 de la Constitución (“Los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España”) juran la bandera de España en la Academia de Infantería de Toledo, capital de la región. Al acto no asiste ni el presidente de Castilla-La Mancha, ni ninguno de sus vicepresidentes, ni ninguno de sus más de sesenta altos cargos. En la agenda del día del gobierno de Castilla-la Mancha, un único acto oficial: el director general de deportes tiene cita a las dos de la tarde en un campeonato de judo en Talavera. Al acto en la Academia tampoco asiste la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón. En el acto están presentes los concejales del Partido Popular y Ciudadanos, además del delegado del gobierno, José Julián Gregorio.

En el patio de armas de la Academia de Infantería ciudadanos de toda condición y edad, también de personas con discapacidad, esperan a que les toque el turno para comprometerse voluntariamente con la defensa civil de España. El cornetín de órdenes toca atención y manda firmes. Acto seguido suenan unos acordes de la marcha de Infantes. Las autoridades entran en el patio de armas, donde forman varias compañías de cadetes de distintos cursos y alumnos sargentos. No está el representante del Estado y de su Majestad el Rey en la Comunidad, el presidente de la Junta de Comunidades, Emiliano García-Page. Tampoco ningún miembro de su gobierno. Frente a las formaciones, los civiles son más numerosos que los uniformados. En principio estaba previsto que fueran 500, pero han llegado casi a 800 y la organización ha tenido que cortar porque existía una fuerte demanda de ciudadanos que querían jurar la bandera y todos no cabían en la Academia. En las balconadas del recinto, más civiles siguen la ceremonia.

El coronel director pronuncia un breve discurso. Su eje la Constitución Española, el interés general, el amor a España, la defensa de los intereses y valores generales, los principios recogidos en la Carta Magna y el compromiso de los civiles con la defensa de la nación. Es un discurso breve, medido, sin retórica ni épica, de alto contenido democrático, en el día en el que los ciudadanos hacen un homenaje a su bandera y se comprometen con su país.

No es un día cualquiera para la Academia. No es un día cualquiera para Toledo. Pero allí no está la máxima autoridad del Estado en Castilla-la Mancha, tampoco ha enviado a un representante de su gobierno. Tenían otras cosas que hacer de mayor interés. Tampoco estaba la alcaldesa a pesar de la vinculación de la Academia con la ciudad.

5 de mayo. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y la alcaldesa de Toledo, asisten al homenaje a Federico Martín Bahamontes.

Estos son hechos. Luego están los relatos. No lo que se hace, sino lo que se dice que se ha hecho, o no se ha hecho, por qué se ha hecho o por qué ha dejado de hacerse. Y es que la política de hoy se construye en demasía con relatos y no con hechos. Se fabrican las imágenes no como reflejo de la realidad, sino como ficción que trata de ser verdad. Aquí nadie es responsable de sus actos. En la época de las redes sociales, se escribe un nuevo argumento, se cuenta otra historia y basta. Aquí nadie asume sus responsabilidades. Todo va a golpe de 280 caracteres y se reduce a un me gusta, comparto, seguidores y esas vainas que adquieren el valor de principio moral.

Anda el gobierno de Castilla-La Mancha escribiendo su propio relato para el tramo final de la legislatura, que la campaña electoral está a la vuelta de la esquina. Y lo de Cataluña le va a llevar a incluir en el relato palabras como España, Guardia Civil y Policía Nacional y a desterrar otras como plurinacional.

Y para ser más creíble, incluso van a montar un gran acto lo más cerca posible de las elecciones, con una gran bandera. En principio será para la Constitución. Es la escenografía que forma parte del relato. Y habrá más escenografía, más fotos, lo justo para que los hechos no resten.

Será un tema secundario. El relato principal se está construyendo en torno a la palabra “recuperación” y al “liderazgo” de García-Page. En contraposición a la “etapa gris” anterior que personifican en María Dolores Cospedal. El bueno frente a la mala, la construcción frente a la destrucción. La recuperación frente a la crisis. Es un argumento para película de serie “b”. Y en ese relato nada tiene que ver si la crisis la se originó con Zapatero o con Barreda, o si en 2011 la Comunidad estaba borde del abismo, sin dinero y llena de deuda. La cosa se simplifica y se apela al recuerdo reciente, al sentimiento reciente, en la confianza del que el ciudadano haya olvidado y se apela a la última emoción, la de un estado de ánimo mejor que el de hace unos años.

Eso es lo que se llama comunicación, que es una estrategia con la que tratar de persuadir

Desde el proceso de independencia de Cataluña el relato es una palabra y un concepto que se ha puesto de moda. Es algo que siempre ha existido, aunque no se le llamaba así. Cualquier gobierno, cualquier partido, diseñaba (y diseña) una línea de comunicación y la ponía (y pone) en práctica para persuadir a los ciudadanos, para aproximarlos a sus posiciones. Es todo un arte en el que se manejan encuestas de opinión sobre los problemas de los ciudadanos, sus angustias y sus prioridades (sanidad y empleo, por ejemplo). Y se manipulan esos sentimientos. Se construye un relato que va a sintonizar con las perspectivas de los ciudadanos, se elaboran líneas argumentales y mensajes y se trata de instrumentalizar los medios de comunicación, empezando por los públicos bajo la órbita del poder. Se decide a qué actos se va y a cuáles no, qué actividades organizar, en qué zonas, para qué públicos… Y se tratan de evitar que determinadas imágenes resten. Luego está lo de gobernar, lo de gestionar, que es otra cosa.

P.D. Atentos a la lista de la delegación oficial castellano-manchega a Kenia y Tanzania que se realizará entre el 16 y el 20 de julio. Atentos también a la guerra mediática entre cadenas de televisión con el gobierno de Castilla-La Mancha como eje de la disputa. Se mima demasiado al príncipe de las tinieblas. Equilibrar la cosa es difícil y muy caro.

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