No se esperan sorpresas en este debate del estado de la región que comienza hoy, y al que el gobierno llega en minoría y debilitado desde dentro y desde fuera. García-Page ha anticipado que está dispuesto a hablar “con quien me lo pida”, a pesar de que sus socios de Podemos acaban de romper el pacto de investidura porque no hablaban.
En los grupos de la oposición esperan que Emiliano García Page formule un gran pacto por la región con el que cubrir “su escasa y pésima gestión” justo en un momento en el que el Presidente y los miembros del gobierno y de su partido rechazan también sentarse a hablar con el Partido Popular, que acaba de ofrecer, por segunda vez en un año, una colaboración que ha sido rechazada con todo tipo de actitudes y adjetivos por parte del gobierno.
Por último, la crisis del PSOE nacional se ha trasladado a Albacete, donde se ha desatado la caza del secretario provincial por haber votado con Pedro Sánchez en el último comité federal y no haber seguido las directrices de la organización regional que encabeza García-Page.
La ruptura del pacto con Podemos, su desprecio a los ofrecimientos del PP y el traslado de la crisis nacional a agrupaciones de la región marcan su situación fuera y dentro
El presidente, que no cuenta con el respaldo mayoritario de las Cortes, trata de situarse en un plano por encima de los partidos: “no se me caen los anillos”, dijo el lunes a la hora de entablar conversaciones con las fuerzas de la oposición, “e incluso ser yo quien tenga que recomponer las piezas que no he roto”. Sin embargo, la realidad es que ni tiene esa fuerza ni los grupos políticos le reconocen ese papel, ni tampoco ha hecho por hablar con los grupos políticos, lo que le ha dejado aislado y debilitado.
Los diputados del PP y de Podemos coinciden en un diagnóstico: la falta de trabajo del presidente en la región y su dedicación prioritaria a Ferraz y a las cuestiones del PSOE, relegando las que afectan a Castilla-La Mancha. En el parlamento, incluso entre diputados socialistas, se da por sentado que es el vicepresidente, Martínez Guijarro quien lleva el timón del gobierno, pero en la oposición no le reconocen capacidad suficiente para esa tarea.
El gobierno llega al debate con un grave problema de comunicación. En estos quince meses, el ejecutivo no ha cuidado las relaciones con los medios, más allá de haber establecido un aparato de generación masiva de notas informativas. Tuvo que retirar el programa marco publicitario que había ideado porque era de dudosa legalidad y pretendía someter a un excesivo control a las empresas periodísticas.
Relaciones informativas
Tampoco se ha prodigado mucho en el campo de las relaciones el propio presidente. Esa batalla, hoy por hoy, se la tienen ganada desde su izquierda, García Molina, y desde su derecha, María Dolores Cospedal, a la que ha convertido en el blanco de las críticas de sus intervenciones y de las de sus diputados y consejeros, manteniéndola en permanente actualidad.
De hecho, aún antes de haberse celebrado, el PP ya le había ganado el debate de la comunicación con sendos encuentros con los medios, uno más formal con la dirección del grupo y otro más distendido, poniendo en valor a los profesionales, realizado por María Dolores Cospedal, a la que acompañó Vicente Tirado. El que fuera portavoz de un gobierno y hoy presidente llega al debate habiendo perdido la gestión de afectos y las relaciones públicas.
Sanidad
Las listas de espera sanitaria, uno de los ejes de la controversia sobre la gestión del ejecutivo
Por otro lado, el gobierno se ha lanzado contra el muro de la realidad. En sanidad, cada vez que publicita una reducción de listas de espera, lejos de proyectarse, se erosiona, porque contrapone números contra personas, estadísticas contra situaciones de espera en la que se encuentran muchos ciudadanos. Raro es quien no tiene un familiar, un amigo o un conocido que forma parte de esa legión de pacientes de la sanidad. Lo cierto es que los números tampoco le terminan de dar. Las listas de espera quirúrgica apenas se han reducido en un 5 por ciento en un año después de haber sido sometidas a podas administrativas y, a cambio, se ha duplicado el número de pacientes que tienen que esperar más de seis meses para ser intervenidos. El Gobierno sostiene que se han inyectado fondos a la sanidad, que se han contratado más profesionales, que se están desarrollando más infraestructuras sanitarias y se están renovando los equipos. Los resultados no acompañan al esfuerzo publicitado. En 2014 el gasto sanitario representaba el 6,39 del PIB. En 2016 es el 6,89 por ciento del PIB.
Educación
En educación, la diferencia es aún menor. En 2014 el gasto suponía el 3,85 por ciento del PIB, en 2016, el 4,01. En este sector mantiene la confrontación con los profesionales. Las antiguas mareas verdes lejos de ser aguas mansas, se mantienen como aguas bravas, que exigen el cumplimiento de compromisos y promesas que pasan por más fondos. Y los profesores, que son prescriptores de opinión presentes en todos los municipios se han llevado por delante a la primera consejera de Educación. Para colmo, los retrasos en los pagos de la PAC tienen su repercusión entre los agricultores.
Crisis
En un año han cesado la consejera de Educación y el viceconsejero de medioambiente
La proyección nacional de García-Page ha tenido una doble vertiente: como barón socialista inmerso en la batalla interna, que le ha servido para prodigarse en todas las televisiones, especialmente en Antena-3 y darse a conocer masivamente, y como presidente de una Comunidad y de un gobierno cuyas noticias más importantes a nivel nacional han sido el brote de legionela de Manzanares y los incendios de Seseña y Chiloeches, además de su oposición al ATC de Villar de Cañas.
Durante el último año, los incendios de Seseña y Chiloeches han puesto de relieve hasta qué punto nuestra Comunidad se ha convertido en el vertedero de productos industriales de las zonas desarrolladas de nuestro país, especialmente de Madrid, y los bajos o ineficaces controles que mantiene la administración autonómica sobre este tipo de plantas que almacenan, en zonas muy próximas a las poblaciones, elementos potencialmente peligrosos para la salud humana. El fuego en el macrovertedero de neumáticos de Seseña dejó al descubierto una importante lista de otros cementerios de neumáticos. Hasta el momento, el ejecutivo no ha informado sobre la puesta en marcha de un plan de inspección y puesta en orden de estas plantas y la persecución de las que se encuentren fuera de la legalidad. Por si fuera poco, en la mitad del escándalo de Chiloeches, Interviú relaciona a un alto cargo de medio ambiente que dimite por motivos personales.
Economía
Por otro lado, las finanzas públicas han sido protagonistas en la gestión. El incumplimiento del objetivo del déficit en 2015 y las desviaciones registradas en varios meses de 2016 atenazan la política expansiva del gasto a la que se había lanzado el gobierno y que han motivado varias llamadas de atención del Ministerio de Hacienda, que le ha recordado al gobierno regional que los mecanismos de financiación están ligados al cumplimiento de los objetivos legalmente establecidos de déficit, deuda y regla del gasto.
En 2014 se destinaban 1.593 millones a pagar los créditos de la región, en 2016 son 1.516 millones
Más allá de las posiciones de cada una de las formaciones, el estado de la región sigue caracterizado por la falta de recursos públicos que permitan el despegue de las partidas de desarrollo social y de crecimiento económico. Dos de cada diez euros se destinaban antes y se destinan ahora al pago de la deuda que tiene nuestra Comunidad. Si en 2014 eran 1.593 millones de euros los que se destinaban a pagar nuestros créditos, en 2016 son 1.516 millones. La bajada de los tipos de interés y el saneamiento realizado en años anteriores están detrás de esa diferencia en gastos financieros, y permiten que esos fondos liberados se puedan dedicar a los programas de promoción social.
La comparación entre el último presupuesto de ejercicio completo del Gobierno de María Dolores Cospedal (año 2014) y el primero de Emiliano García-Page (2016) revela poca diferencia en las políticas del gasto. Esa diferencia se reduce aún más si la comparación se realiza en relación a la riqueza regional, al PIB. Los datos ponen en entredicho el famoso rescate social y la recuperación de los servicios públicos pactada por el PSOE y Podemos. El Gobierno mantiene la teoría de ese avance que sus socios de la formación morada no terminan de ver. Una cuestión de fondo que junto a las de forma, falta de diálogo y de seguimiento del pacto, han provocado su ruptura catorce meses después de ser firmado. Si en 2014 se destinaban casi cinco de cada diez euros a gasto social, en 2016 era algo más de 5,1. Del 30 por ciento restante para el presupuesto la mitad se destinaba y se destina a la regulación de los sectores productivos, especialmente a la agricultura.
Una falta de diálogo que también echa en falta el Partido Popular, que ha ofrecido su colaboración al ejecutivo en dos momentos clave: los presupuestos de 2016 y la crisis de gobernabilidad provocada con la ruptura del pacto, con una condición: que no se subieran los impuestos para evitar que sigan sufriendo las familias de la Comunidad. Para el Partido Popular se trata de que el ejecutivo no detraiga recursos del sector privado y frene el proceso de recuperación.
El problema por tanto no está tanto en cómo se distribuyen los recursos, sino en cómo se ejecutan, si se hace una buena o una mala gestión y cómo repercute todo en la vida de los ciudadanos. La gran discrepancia reside en el capítulo de ingresos que el PSOE ha decidido incrementar aumentando la presión fiscal. Y en ese plano está el debate de hoy. El PP ya trasladó a los medios el deterioro de la gestión y de la situación de los servicios públicos en un documento en el que relaciona 118 incumplimientos de García-Page.
Pese al triunfalismo que exhibe al gobierno regional, para el que cualquier dato que suponga una mínima mejoría es elevado al rango de milagro económico, el conjunto de indicadores sitúan a nuestra Comunidad en la senda del crecimiento económico y del empleo iniciada a en 2014, una vez que se produjeron los ajustes en el gasto público tras la caída de los ingresos y el incremento del gasto por el aumento del endeudamiento y por el rescate de las entidades financieras, fundamentalmente cajas de ahorro. Una crisis que se cebó con fuerza en familias, autónomos y pymes provocando un fuerte destrozo de nuestro tejido productivo, con su repercusión en el empleo y en la generación de riqueza y una caída de los ingresos públicos ligados a la actividad económica y comercial.
Un elemento que da idea de esa falta de recursos es la recuperación temporal del impuesto de patrimonio, que el PSOE enterró en 2008 y que fue necesario rescatar para ayudar a las delicadas arcas de las Comunidades Autónomas. Ahora el PSOE de Castilla-La Mancha trata de exprimir más ese impuesto que afecta a 3.800 personas en la región y por el que se recaudan 18 millones de euros, una cantidad muy pequeña en el conjunto del presupuesto que supera los 8.400 millones de euros. Un impuesto que no generará ingresos en 2018 porque su prórroga no se podrá hacer al estar el gobierno de la nación en funciones.
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