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El Santiago Apóstol en la residencia de ancianos con una mujer de 102 años, feliz de volver a verlo.
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El Santiago Apóstol en la residencia de ancianos con una mujer de 102 años, feliz de volver a verlo. (Foto: Fernando Molina)

La triunfal vuelta a casa de Santiago Apóstol medio siglo después

martes 20 de noviembre de 2018, 10:24h
Reza un antiguo proverbio que “cuando las arañas tejen juntas, pueden atar a un león”. Y eso mismo deben pensar los vecinos de Carpio de Tajo, un pequeño municipio toledano que apenas llega a los 2.000 habitantes, y cuyo esfuerzo combinado logró resolver un misterio que se remonta cincuenta años en el pasado.

La historia comienza en 1966, año en el que el patrón del pueblo, Santiago Apóstol, desapareció de la iglesia del municipio, presumiblemente como consecuencia de una venta ilícita. Se trata ni más ni menos que de una talla policromada del Apóstol Santiago a caballo, patrón de Carpio al menos desde 1584, año del que existen ya registros de la celebración de fiestas en su honor. La talla concretamente es un poco posterior, pero más que su innegable valor artístico, cultural o patrimonial, los carpeños lamentaron el gran valor sentimental de la imagen perdida.

Tal era el cariño que suscitaba entre los vecinos, que las posteriores tallas que alcaldes bienintencionados adquirieron con el fin de sustituir a la original, nunca fueron aceptadas entre los convecinos, que suspiraban por su patrón.

Con la desaparición del santo se inició en el pueblo un movimiento de búsqueda, un pequeño bullir de puertas para adentro. Los habitantes de este pequeño municipio toledano no dejaron de estar alerta ante la posibilidad de recuperar la talla.

Tanto es así que Fernando Molina, carpeño nacido poco después de la desaparición y que nunca llegó a conocer la talla de Santiago, quedó marcado por las palabras del cura de la localidad, que un día le instó a buscar la estatua desaparecida hacía casi 50 años.

Y pacientemente Fernando buscó a través de internet con la única ayuda de una antigua imagen en blanco y negro de la talla, cedida por una vecina. Hasta que un buen día creyó dar con ella en una página web de coleccionismo.

Gracias a la colaboración de todo el pueblo, consiguió revisar las fotografías antiguas de los vecinos, que se volcaron ante la posibilidad de haber encontrado por fin la estatua.

Tras una ardua labor de investigación, se localizó al vendedor de la talla en Navarra, hasta donde decidió trasladarse Fernando Molina, para aseverar su autenticidad, la cual pudo comprobar de inmediato gracias a un rasgo identificativo muy singular: la imagen de Santiago Apóstol de Carpio presentaba un pequeño orificio en la parte superior del casco del santo, lugar en el que solían colocar un penacho de plumas.

Con la imagen del querido patrón por fin localizada después de 50 años, se organizó una pequeña comitiva municipal con el beneplácito del Ayuntamiento de Carpio y la Hermandad de Santiago Apóstol, en la que se incluye un experto arqueólogo de la Fundación Tagus.

En esta segunda visita se certificó que la imagen de Santiago a caballo de Navarra portaba una espada forjada en el año 1937 por un maestro orfebre carpeño, cuya firma pudo ser cotejada con otras obras suyas de la localidad.

Una vez confirmada la autenticidad de la talla policromada, la única solución posible era la recompra de la misma a sus actuales propietarios, para lo cual varios vecinos se unieron para crear una asociación en defensa del patrimonio histórico de Carpio de Tajo, con el fin de recaudar los fondos necesario (17.000 euros) para recuperar la imagen del patrón.

En este punto de la historia entra en juego la figura de Luis Miguel Sánchez, vecino de toda la vida, que junto a su esposa decide comprar la talla, ante el temor generalizado de que el vendedor encontrara otro comprador antes de que la asociación lograra recaudar los cuantiosos fondos necesarios.

De esta forma y gracias a la rápida intervención de Luis Miguel Sánchez, la llamada imagen de Santiago Matamoros regresa a Carpio después de décadas, donde sus vecinos pueden volver a admirar al querido patrón, como lo hicieran sus abuelos y sus padres antes que ellos.

Patrimonio, turismo e historia

Pero la historia no acaba ahí. La ambición de este grupo de vecinos unidos por una misma causa va mucho más allá de la recuperación de la talla, es únicamente el primer paso de un plan que puede situar a Carpio de Tajo en el mapa y convertirlo en un gran motor turístico de la región.

A día de hoy la Asociación para la Defensa del Patrimonio Histórico de Carpio tiene un compromiso con Luis Miguel Sánchez para recomprar la talla en el plazo de un año.

Además, se está perfilando un plan de acción para hacer un museo en la localidad en la que no sólo se exponga la estatua de Santiago, sino también otras tallas relacionadas con las fiestas del municipio, así como yacimientos visigodos de la zona. En este sentido,

la asociación cuenta con una buena predisposición por parte del ayuntamiento para el proyecto, así como el compromiso de la Diputación de Toledo de que se encargará de las restauraciones pertinentes en la talla.

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