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Los partidos de CLM echan sus cuentas para mayo tras las elecciones en Andalucía

Los partidos de CLM echan sus cuentas para mayo tras las elecciones en Andalucía

  • El PSOE confía en la estabilidad del voto rural y no ve los resultados extrapolables
  • Para el PP, “se aproximan vientos de cambio”: “El resultado de Andalucía es la punta de lanza de lo que va a suceder en el resto de España y en Castilla-la Mancha"

lunes 03 de diciembre de 2018, 14:12h
Con los resultados en Andalucía, los partidos de Castilla-La Mancha empiezan a echar sus cuentas y a hacer sus reflexiones de lo que puede pasar el próximo 26 de mayo en las elecciones autonómicas de nuestra tierra. Vox, que en principio había manifestado que no se iba a presentar porque carecía de una estructura fuerte, ya se prepara para concurrir. El PSOE de García-Page piensa en la fidelidad del voto rural, teme a la abstención y a la volatilidad del voto urbano, y piensa centrar su campaña en un rival, el PP, y hacerlo desde un regionalismo españolista caracterizado por la defensa del estado del bienestar y la gestión. Ciudadanos busca repetir la fórmula que le ha hecho crecer en Andalucía y el Partido Popular va a poner en cuestión a Podemos y al PSOE por su desastrosa política económica y de gestión y, como ha señalado la secretaria general de su grupo parlamentario, Ana Guarinos: “Lo más importante de lo que ha pasado el domingo es que los andaluces les han dicho no a los enemigos de España y les han dicho sí a los que defienden la unidad nacional”.
Y es que el independentismo catalán y la política del gobierno central con los partidos independentistas han sido elementos determinantes de la campaña electoral y en el resultado en Andalucía, y puede volver a ser protagonistas en las elecciones de mayo en Castilla-La Mancha.

En Castilla-La Mancha al PSOE le pesa mucho la foto que en pleno auge separatistas se hizo el vicepresidente del gobierno de García Page y secretario general de Podemos, José García Molina, y el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, procesado como uno de los dirigentes del proceso de proclamación de la república independiente de Cataluña. Es una foto que motivó que el PP solicitara que García-Page cesara a su vicepresidente para no ser cómplice del encuentro y que el gobierno regional trató de limitar a una reunión no institucional, circunscrita al ámbito partidario. Hoy Cristina Maestre decía que a nadie la cabe duda de que “García-Page y el PSOE defienden la unidad de España, la bandera, la Constitución y el modelo de país”.

Maestre buscaba las explicaciones al batacazo socialista en otras claves: “El PSOE ha sido el partido más votado en Andalucía. Los resultados no son los esperados. Nuestros compañeros deben hacer un análisis sereno de lo que ha pasado”. Y entre las razones que ella ha enunciado figuraban el desgaste evidente, los EREs, la inmigración o la situación interna del partido en Andalucía. Y Maestre se mostraba preocupada por la fuerte abstención y decía que esa preocupación debería ser compartida por el resto de las formaciones, “porque quien ha ganado ha sido la abstención”. Y señalaba que “los compañeros de Andalucía deberían preguntarse por qué nuestros votantes se han quedado en sus casas”.

Maestre aislaba el resultado de Andalucía de la situación en Castilla-La Mancha y afirma que “los datos no son extrapolables a nuestra comunidad”. Y ponía en valor el regionalismo del socialismo castellano-manchego. Y lo hacía pese a que la campaña del PSOE andaluz también ha sido en clave regionalista, con el color rojo corporativo del PSOE sustituido por el verde de Andalucía en toda la campaña de Susana Díaz.

Pero frente a esta lectura resonaba con contundencia la que hacía la secretaria general del grupo popular de nuestra Comunidad, Ana Guarinos: “El resultado de Andalucía es la punta de lanza de lo que va a suceder en el resto de España y en Castilla-La Mancha. Page y el PSOE, en coalición con la extrema izquierda se pueden ir preparando para lo que van a decir los castellano-manchegos el próximo 26 de mayo”.

Para Guarinos, los andaluces han dicho no “a la corrupción, al cortijo, a la extrema izquierda y a los enemigos de España”. La diputada del PP se ha mostrado convencida de que “se aproximan vientos de cambio, tiempos de cambio… Un cambio que en Castilla-La Mancha va a liderar el presidente del PP, Paco Núñez”.

Respecto a Podemos, partido que ahora gobierna en coalición con García-Page, Guarinos se ha mostrado convencida de que “quedará fuera del Parlamento de Castilla-La Mancha”. Entre los argumentos no sólo ha mencionado a su posición frente al independentismo. Para Guarinos, “Podemos ha defraudado las perspectivas de cambio que generó para llegar al poder y los ha cambiado por sueldos, puestos y sillones. Su principal propuesta, la renta social, no existe y ha defraudado los principios con los que concurrió a las elecciones y con los que atrajo a los ciudadanos. Podemos se ha convertido en el exponente de la casta en España y en Castilla-La Mancha. Viven a cuerpo de rey. Viven en la incoherencia y en la hipocresía”.

Para la socialista Cristina Maestre, “el panorama político ha cambiado mucho”. Lo decía a propósito del fuerte retroceso del PSOE Andaluz, que con un 28,1% de los votos tocaba suelo, en una Comunidad que era el granero de votos del socialismo español, con resultados que superaban el 52% de los votos en autonómicas y el 60% en generales.

Una pérdida que se suma al deterioro de otra de las que fuera sus fuentes de votos: Cataluña. Una debilidad que es apreciada por el resto de las fuerzas políticas y que ha llevado a Ana Guarinos a pedir en voz alta que Pedro Sánchez convoque elecciones.
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