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La demanda interna sostiene el crecimiento de la economía regional
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La demanda interna sostiene el crecimiento de la economía regional

martes 05 de febrero de 2019, 22:36h
Castilla-La Mancha cerró 2018 con un crecimiento económico del 1,8%, según las estimaciones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). El resultado que se mueve en términos positivos, refleja una desaceleración de la economía regional, que se produce a mayor ritmo de la nacional. Sin embargo el elemento positivo se produce tras el acelerón en el último trimestre, en el que la economía regional habría crecido un 0,8%. A tenor de los resultados parciales, y a falta de que el Instituto Nacional de Estadística haga públicas las Cuentas Regionales y sus componentes, todo parece indicar que el empujón final se produjo por un crecimiento de la demanda interna, tanto pública como privada, que se convierte en el principal agente dinamizador de la economía de nuestra Comunidad.
Ese dinamismo de la demanda interna tiene su proyección en sectores como el turismo o el comercio. Los datos de coyuntura turística apuntados por Exceltur indican que el incremento de la actividad empresarial del sector turístico fue de un 3,4% durante el año pasado y de los resultados empresariales en un 4,8%. Las cifras mejoran las de 2017 en las que se produjeron crecimiento de actividad del 3,3% y de resultados del 2,3%. Pero mientras el sector turístico demuestra una capacidad de resistencia, el sector del comercio tradicional se está viendo afectado por las grandes plataformas, lo que hace resentir el empleo. En el comercio minoristas, las ventas aumentaron el 1,3%, cinco décimas por encima del año anterior, pero se destruyó empleo.

En el terreno del sector público, destaca el crecimiento de los gastos de la Comunidad Autónoma durante los once primeros meses del año en porcentajes cercanos al 5% respecto a igual periodo de 2017 en términos presupuestarios y del 6,3% en términos de contabilidad nacional. Por otro lado, el gasto autonómico en la formación bruta de capital fijo creció en los once primeros meses del año el 1,8%.

Si los indicadores apuntan al dinamismo de la demanda interna, los de la demanda externa reflejan nítidamente la desaceleración de la economía regional. En concreto las exportaciones regionales, aunque en tasas positivas, marcan el menor crecimiento de toda la legislatura, con una tasa del 4,5% anual, hasta los 6.771,5 millones de euros. Un año antes el crecimiento era del 9,9%, en 2016 del 7,3% y en 2015 del 12,8%. Esta desaceleración de las ventas se da un escenario donde se mantiene el crecimiento de las importaciones en una tasa del 11%, (hasta los 8.512,5 millones de euros) siete décimas por debajo de 2017, aunque está por encima de las de 2016 cuando la tasa anual era del 10,3%.

La industria manufacturera mantiene la caída de las exportaciones por segundo año. Sus ventas han vuelto a caer un 0,4% tras el retroceso del 6,1% que experimentaron en 2017. La industria agroalimentaria, aunque se mantiene en terreno positivo, ha moderado su crecimiento al 3,1%.

La industria regional ha sido un sector contracorriente en el último trimestre. La fuerte caída de la cifra de pedidos y de ventas de la industria regional en noviembre atenuó el comportamiento del sector hasta esa fecha, cuyo ritmo de crecimiento anual se encuentra sustancialmente por debajo del registrado un año antes. La entrada de pedidos se retrajo un 7,3% en noviembre, lo que rebajó la tasa anual de crecimiento a un 2,9%, un índice muy por debajo del 6,4% registrado un año antes. Lo mismo sucedió con las ventas. El sector se anotó un retroceso de las ventas del 12,8% mensual, lo que dejó lastró la tasa anual que se situó en el 2,1%, también muy alejada de la registrada un año antes, cuando la cifra de negocios de la industria regional crecía a un ritmo del 10,5%.

En el terreno positivo de la actividad económica destaca el dinamismo del mercado hipotecario. Pese a encadenar dos malos meses para el sector en octubre y noviembre, en Castilla-La Mancha el ritmo de crecimiento anual de hipotecas sobre viviendas es del 23,7%, mientras que el capital crece al 25,5%. El principal problema de la construcción es que todavía mantiene sin absorber la mayor parte de la oferta que arrastra desde los años del boom.

En cuanto a la confianza empresarial, el índice armonizado para el primer trimestre de 2019 está en los niveles más bajos desde finales de 2017. Esa situación también se da a nivel nacional. Durante el último año y medio, es decir, en los últimos seis trimestres, la confianza empresarial sólo ha estado en terreno positivo en el tercer trimestre de 2018, el resto de periodos está marcado por el pesimismo. La caída de confianza acumulada en ese año y medio en la Comunidad es del 1,97%. A nivel nacional esa caída llega al 3,2%. En el conjunto de España sólo las comunidades de Madrid, Navarra y Murcia presentan unos índices positivos de confianza empresarial en el último trimestre respecto al anterior, periodo en el que Castilla-La Mancha se ha anotado una caída en el índice que mide la confianza empresarial del 0,7%. A día de hoy y para el presente trimestre la confianza empresarial se mueve en terreno negativo

En materia de empleo, el buen dato es la generación en 2018 de 30.900 puestos de trabajo, situando a Castilla-La Mancha a la cabeza en la generación de empleo. Por otro lados, los datos de contratación revelan el buen comportamiento de la actividad agrícola, lo que hace predecir un buen resultado económico del sector.
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