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Finanzas públicas: La AIReF pide una senda particular para CLM, ante la dificultad estructural para cumplir con los objetivos de estabilidad
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(Foto: AIReF)

Finanzas públicas: La AIReF pide una senda particular para CLM, ante la dificultad estructural para cumplir con los objetivos de estabilidad

  • “Aunque la distancia respecto al objetivo se ha moderado sustancialmente en los últimos años, sigue manteniéndose una brecha; y las posibilidades efectivas de actuación de la Comunidad para cerrarla a corto plazo son limitadas”
  • En 2019 la AIReF “considera improbable que cumpla con el objetivo de déficit del 0,1% en 2019”

martes 12 de febrero de 2019, 21:02h
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) considera “improbable que la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha alcance el -0,1% del PIB para 2019, apreciándose un riesgo moderado respecto al cumplimiento de la regla de gasto”. El nuevo informe de la AIReF incide en la dificultad que tiene Castilla-La Mancha para poder cumplir los objetivos de estabilidad presupuestaria. Una dificultad que, descontado el efecto de la gestión del gobierno, tiene también una componente estructural: “Se observa -dice la AIReF- que aunque la distancia respecto al objetivo se ha moderado sustancialmente en los últimos años, sigue manteniéndose una brecha; y las posibilidades efectivas de actuación de la comunidad para cerrarla a corto plazo son limitadas, tanto más cuanto que una parte importante de su gasto está condicionado por medidas adoptadas con carácter general”.

Efectivamente, la crisis del ladrillo generó en las arcas regionales una brecha financiera de más de 600 millones de euros anuales, por el coste del endeudamiento (200 millones) y por la pérdida de ingresos propios (400 millones). El modelo de financiación que debería corregir esta situación, se tendría que haber revisado y modificado en 2014 pero sigue en vigor. En 2016 el gobierno regional apostó por desarrollar una política expansiva del gasto para tratar de ir recuperando los servicios sociales duramente golpeados por la crisis. La mayor recaudación fiscal estatal por una mejora de la economía ha permitido a la Comunidad contar con ingresos adicionales, aunque todavía insuficientes para cubrir la brecha abierta por el descenso de los ingresos propios y el incremento del gasto.

Hasta la fecha la Comunidad Autónoma no ha logrado cumplir en ningún año el objetivo de déficit y rebasa los límites del crecimiento del gasto establecidos para las Comunidades Autónomas.

Objetivos diferentes

Y mientras se aborda la solución el problema de origen mediante un nuevo sistema de financiación y medidas adicionales de equilibrio, la AIReF, el máximo organismo independiente de control fiscal de las administraciones públicas recomienda que se establezcan objetivos diferentes para cada una de las regiones españolas, en función de sus capacidades. En concreto, en su informe la AIReF “mantiene viva la recomendación al Ministerio de Hacienda (MINHAC) de que tenga en cuenta la situación particular de cada comunidad en la determinación de los objetivos de estabilidad y deuda”.

La AIReF pide al Ministerio de Hacienda y al gobierno central que “se tenga en cuenta la regla de gasto y la situación particular de cada comunidad en la distribución horizontal del objetivo (de déficit) del subsector (Comunidades Autónomas). Ello con el fin de evitar, por un lado, el establecimiento para algunas comunidades de metas imposibles que desincentiven la realización de actuaciones dirigidas a su cumplimiento; y, por otro, una holgura para otras comunidades que hace que los objetivos fijados pierdan su sentido como reglas fiscales”

Las finanzas de Levante y Castilla-La Mancha, las que más sufren por la crisis

Y es que la evolución financiera de las Comunidades Autónomas revela que las del arco Mediterráneo y la zona centro, especialmente Castilla-La Mancha, son las regiones con las finanzas más dañadas y que presentan mayores niveles de endeudamiento, por el impacto del crack inmobiliario. Unos créditos que han ido acumulando desde el estallido de la crisis del ladrillo, y que tuvieron un arranque inicial multimillonario necesario para poder atender a un gran volumen de facturas sin pagar que se acumularon en los primeros años de la recesión económica. La costa levantina y del sur y las proximidades a Madrid quedaron atrapadas por el petardazo del modelo inmobiliario.

Las finanzas de las Comunidades del Mediterráneo y Castilla-La Mancha, las que más sufrieron con la crisis del ladrillo

Desde 2012, el Estado ha acudido al rescate de las Comunidades Autónomas con 276.000 millones en préstamos. Unos fondos a los que algunas regiones como la nuestra no hubieran podido acceder en los mercados financieros por la debilidad de sus balances fiscales. 161.600 millones (58,6%) fueron a parar a Cataluña, Valencia, Murcia y Castilla-La Mancha. A falta de que el Banco de España haga públicos los datos del cierre de 2018, a finales de septiembre estas regiones eran las que presentaban mayor volumen de endeudamiento en relación a su riqueza. En el caso de Valencia su deuda equivale al 41,1% de su PIB. Le sigue Castilla-La Mancha con un 35,8%, Cataluña, con un 34,2% y Murcia, con un 29,8%.

Los últimos datos de noviembre sobre el objetivo de estabilidad presupuestaria confirmaban que tres de estas cuatro regiones: Murcia, Valencia y Castilla-La Mancha eran entre todas las que más dificultades tienen para cumplir el objetivo fiscal, con porcentajes respectivos de déficit en sus cuentas públicas del 0,64%, 049% y 0,41%,respectivamente. Sólo Cataluña ha logrado salir de esa dinámica y presentaba un superávit del 0,17%. Cataluña mantiene abierta una negociación bilateral con el gobierno central sobre su financiación, mientras se ha aplazado sin fecha la negociación para establecer el nuevo modelo de financiación autonómica con el resto de regiones españolas.

Las discrepancias de la AIReF con las cifras del gobierno

Y mientras llega o no llega la solución definitiva, la AIReF rebaja las previsiones realizada por el propio gobierno de Castilla-La Mancha, que mantiene que durante 2019 los ingresos de la Comunidad crecerán por encima del 4% (con un impacto de tres décimas en relación al PIB), mientras que los gastos crecerán por debajo del 2% (con una caída de una décima en el PIB). El gobierno tiene previsto recortar las ayudas y subvenciones para contener el crecimiento del gasto en un 0,2% y tratar de compensar así el incremento de los costes de personal, que ya sólo por la actualización salarial superarán ese porcentaje.

La AIReF pide al Ministerio que “tenga en cuenta la situación particular de cada Comunidad en la determinación de los objetivos de estabilidad y deuda”

La AIReF estima, sin embargo, que los ingresos de Castilla-La Mancha durante 2019 crecerán por debajo del 4% (con un impacto de 2 décimas en el PIB) y que los gastos crecerán por encima del 3% (manteniendo su peso en el PIB).

De la misma forma, la AIReF considera que el gasto computable en 2019 será superior al recogido en líneas, y que su variación estará muy ajustada a la tasa de referencia del 2,7%, por lo que se observa un riesgo moderado en relación con dicho cumplimiento.

A juicio de la AIReF, “la desviación apreciada respecto al cumplimiento del objetivo de estabilidad para 2019 en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha hace que en este momento se considere necesario que la comunidad ponga en marcha las palancas disponibles para tratar de cerrar la brecha y continuar con el proceso de consolidación que ha venido realizando en los últimos ejercicios, especialmente si finalmente tiene lugar un escenario menos favorable que el previsto respecto a los recursos que percibirá en 2019”.

Mayor riesgo si no hay Presupuestos del Estado

En este sentido, la Autoridad Independiente recomienda al gobierno regional que “plantee actuaciones dirigidas a compensar la evolución del gasto que pueda venir dada por medidas de carácter general u otras circunstancias ajenas al control de la comunidad, de forma que se continúe con el proceso de consolidación”. Se refiere, en concreto a la necesidad de compensar el incremento del gasto de personal derivado de decisiones nacionales, como el incremento de retribuciones.

Cuando la AIReF habla de escenarios menos favorables, se refiere a que se produzca una “prórroga de los PGE durante todo el ejercicio sin instrumentarse por otra vía la actualización de los recursos del Sistema de Financiación Autonómica, tendría una incidencia acusada en el saldo, ya que con una minoración de los recursos superior al 1%, bajo previsiones similares de gasto, empeoraría significativamente el saldo respecto al alcanzado en 2018, acercándose a niveles de 2015 y, por tanto, la consecución del objetivo de estabilidad de 2019 se consideraría muy improbable. El contexto actual, en el que aún no se ha aprobado el proyecto de PGE para 2019 presentado, hace necesario que se lleve a cabo una ejecución presupuestaria prudente en la comunidad, en tanto no desaparezcan las incertidumbres mencionadas”.

En su informe, la AIReF, cree que Castilla-La Mancha sí conseguirá cumplir con el objetivo de deuda pública, pero recuerda a propósito de los criterios del Estado en esta materia que “el flexible y poco restrictivo sistema de fijación de objetivos hace que, en general, resulte previsible el cumplimiento de esta regla fiscal y, por tanto, también en 2019 en tanto se mantenga el mismo sistema cuando se fijen los objetivos de deuda para el trienio 2019-2021”.

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