Lo hacía tras asistir a la inauguración de la “XIV Feria Medieval del Vino de Montearagón”, en un acto que compartía con el alcalde de la localidad, Teodoro Jiménez; el viceconsejero de Administración Local y Coordinación Administrativa, José Miguel Camacho; el delegado de la Junta en Talavera de la Reina, David Gómez; y alcaldes y alcaldesas de pueblos vecinos,
Fernando Muñoz aseguraba que este encuentro con la cultura del vino, además de “ser un escaparte para dar a conocer y promocionar los caldos de una denominación de origen tan importante como la DO Méntrida, es una muestra de la apuesta por la calidad de las bodegas y el sector vitivinícola de nuestra provincia en la que la vid y el vino son fuente de riqueza y generación de empleo”.
Felicitaba del vicepresidente primero de la Diputación de Toledo al alcalde de Montearagón por haber convertido en un éxito esta feria, que cumple ya 14 ediciones y que consigue que todos los meses de septiembre la localidad sea foco de atracción para cientos de visitantes relacionados con el vino o interesados en conocer todo lo relacionado con los caldos.
Reconocía, así mismo Muñoz, el esfuerzo que Teodoro Jiménez y su equipo de Gobierno realizan cada año para celebrar esta feria y mostraba la satisfacción que para el Gobierno de la Diputación apoyar este evento como lo está haciendo.
Y es que la Feria del Vino de Montearagón, además de mostrar este año los caldos de 25 bodegas toledanas incluye representaciones de vendimiadores, del proceso de elaboración del vino y catas de caldos en un decorado medieval que enriquecen la feria con la divulgación de la cultura del vino y dando a conocer al público este antiguo arte de elaborar vino.
Hoy sábado y mañana domingo, todos los vecinos y vecinas de Montearagón y los numerosos visitantes que recibirá, el año pasado más de 20.000, disfrutarán de la animación, el colorido, el buen vino y los productos gastronómicos que le acompañan en esta feria.
Por ello, Fernando Muñoz animaba a los toledanos de toda la provincia y de fuera de ella a visitar una feria singular y, sobre todo, llena de vino de calidad.