La radiografía de Castilla-La Mancha y su mercado de trabajo en el último año muestra una caída del número de habitantes (11.800 personas), una reducción de las personas activas (12.500) y un aumento de la ocupación (10.700). Esto ha permitido que el paro se reduzca en nuestra comunidad en 23.200 personas en el último año.
El descenso de población se produce fundamentalmente en las personas con edades comprendidas entre los 16 y 44 años. Ese descenso no es contrarrestado por el resto de grupos de personas en edad de trabajar. Ello supone que en el último año había menos personas en el mercado de trabajo castellano-manchego. De hecho, la tasa de actividad se reduce en 12.500 personas, o lo que es lo mismo hay 12.500 personas menos en el mercado de trabajo.
En el último año se han creado 10.700 empleos netos en la Región
Este descenso de 12.500 activos sumado a la creación de 10.700 empleo netos es lo que arroja un balance de reducción del paro de en 23.200 personas.
Estos datos de creación de 10.700 empleos netos contrastan con los facilitados por la consejera de Economía, Patricia Franco, quien ha asegurado que “desde el comienzo de esta legislatura, hemos invertido en políticas activas de empleo más de 110 millones de euros, de los que más del 90 % van destinados a personas que a día de hoy no tienen un empleo, lo que supone que más de 30.000 personas desempleadas han tenido una oportunidad de empleo o formación gracias a estas políticas”.
Según el gobierno regional más de 30.000 personas desempleadas han tenido una oportunidad de empleo o formación en este año gracias a los planes de la Consejería Los datos de la consejera vienen a reconocer que el gobierno no habría activado el mercado de trabajo en Castilla-La Mancha, sino que habría y habría aplicado unas políticas de protección social para el empleo sobre parados de larga duración y de grupos de edad favoreciendo la la temporalidad laboral y no unas políticas activas de empleo capaces de dinamizar las contrataciones y garantizar la estabilidad de las mismas y mejorar el sistema productivo, ya que según la consejera se habrían beneficiado 30.000 personas cuando realmente se han creado 10.700 empleos. De hecho, la consejera ha señalado que tan sólo una de las cuatro líneas, la de las ayudas a la contratación de personas desempleadas que han agotado su protección por desempleo, ha posibilitado la incorporación a un empleo de cerca de 12.000 personas que no percibían ningún ingreso, con una inversión de más de 53,2 millones de euros, dato que confirma la temporalidad y la rotación como características de la acciones de la Junta de Comunidades.