Los ingresos fiscales de Castilla-La Mancha durante la primera mitad del año aumentaron en 118,11 millones de euros (5,46%) respecto al mismo periodo del año pasado, según se desprende de los datos de la ejecución presupuestaria a finales de junio, que reflejan unos ingresos tributarios por la Hacienda Autonómica de 2.280 millones de euros.
Las mayores subidas se producen por el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, que han dejado en las arcas autonómicas en el primer semestre 206,5 millones de euros. La cifra supone un aumento del 19,73% interanual. El doble dígito en el incremento porcentual también se da en los ingresos por tasas y precios públicos, que dejan en la Hacienda Autonómica 110,5 millones de euros, un 10,85% más.
En términos absolutos, las entregas a la Comunidad por la recaudación del IRPF llegan a los 743 millones de euros, 53,5 más (7,76%) que un año antes.
La figura tributaria que más dinero aporta a las arcas de la Comunidad es el Impuesto sobre el Valor Añadido: 762,7 millones de euros, 17 millones más (2,28%) que en la primera mitad de 2021.
Los impuestos especiales, que gravan algunos artículos de consumo y de los que nuestra región recibe un porcentaje del 58% suponen la tercera mayor cuantía por ingresos tributarios: 410,5 millones de euros, 15 millones más (3,8%) en términos interanuales.
Las caídas de ingresos tributarios respecto a 2021 se dan fundamentalmente en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, por el que la Comunidad lleva ingresados 38,4 millones, 9 menos (-19,21%) que un año antes.