García-Page ha defendido la necesidad de acordar que "no haya más impuestos que los estrictamente necesarios para que podamos mantener nuestros servicios públicos esenciales", para facilitar el crecimiento económico y la inversión.
El mandatario regional ha afirmado que "no va a costar", dado que centra la atención en que "estén ambos interlocutores, porque de esa manera garantizamos que no se va a colar ningún tipo de demagogia ni populismo barato en el debate de los presupuestos y el modelo fiscal".
Según García-Page, a través de esta política de acuerdos entre los agentes sociales Castilla-La Mancha ha logrado "ser una de las comunidades con menor presión fiscal", pero sin desatender las necesidades de los servicios públicos.