Con estos datos la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa concluye que el tamaño empresarial afecta a la competitividad de todo el país porque afecta a la productividad de las empresas y su capacidad de aguantar las crisis.
Asimismo, señala que se reduciría de formar permanente el paro, aumentaría el crecimiento porcentual de la economía española, reducir el déficit fiscal y recortar la deuda.
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Las cargas laborales y los impuestos se han convertido en los principales frenos para el crecimiento empresarial, señalando este informe que las empresas pequeñas de España asumen cargas laborales y fiscales mayores proporcionalmente.
En este sentido CEPYME señala que el sistema tributario bloquea el crecimiento de las pymes, que se enfrentan a las terceras cotizaciones sociales más altas de Europa e impuestos de sociedades e IRPF de los más altos del continente.
Así, las subidas en las cotizaciones sociales recientes se suman a la que se han producido en los últimos años y que suponen un crecimiento de los costes laborales que grava especialmente a las empresas de menor dimensión. En concreto, en los últimos cinco años, el Gobierno ha elevado las bases mínimas de cotización en más del 40% y las bases máximas cerca de un 20%.