Y es que Gutiérrez ha señalado que con ese 45% de los votos, el Partido Socialista castellano-manchego se convierte en el PSOE con mayor porcentaje de votos del país, en una noche que ha supuesto un fuerte varapalo para los grandes barones del partido a excepción de Page.
El de Castilla-La Mancha es, por tanto, el mejor resultado del partido en todo el país y el segundo mejor resultado de porcentaje de votos obtenido por un partido político en estos comicios.
Gutiérrez ha señalado a Page como el "candidato talismán", porque "siempre que se presenta, el partido gana las elecciones".
Por su parte, un García-Page visiblemente emocionado y arropado en el escenario por miembros de su gobierno e históricos del partido como José Bono, ha agradecido la confianza que los castellano-manchegos han depositado en él, tras una noche electoral de infarto en la que la mayoría absoluta no ha sido definitiva hasta el último momento.
"Hemos luchado contra mucha adversidad y contra mucha inercia y tendencia" ha señalado, dando gracias por una mayoría que "garantizará estabilidad y seguridad".
Page ha dejado claro que gobernará "para todos", para los que le han votado y los que no: "Quiero ser, he sido y seré el presidente de todos y de todas" y ha tendido la mano al resto de fuerzas políticas de la región para alcanzar futuros acuerdos.