Vega Sánchez se quedará a estudiar en la UCLM el Grado en Ingeniería Aeroespacial que se imparte en el Campus de Toledo y para el que en el curso 2022-2023 la nota de corte en primera admisión alcanzó los 12.023 puntos. “Con las notas que tenía en Bachillerato -ha sacado un 10- sabía que, ya que podía, por qué no esforzarme un poquito más para la EvAU y aspirar al 14”, dice aún incrédula por esta calificación que “aún no tengo asimilada” y por la que sus compañeros de clase y familiares “tanto se han alegrado, casi más que yo”.
La joven toledana reconoce que, pese a tener una calificación extraordinaria en Bachillerato, se planificó las cuatro semanas previas a la EvAU estudiando ocho horas y media al día. “Recuerdo que cuando acudí a la jornada de puertas abiertas de la Universidad de Castilla-La Mancha un profesor nos dijo que iba a ser un mes y que teníamos que tomárnoslo como si fuera un trabajo. Seguí su consejo y el esfuerzo final ha tenido su recompensa”, asegura Vega, que toca la guitarra y la bandurria, es amante de la lectura, hace sus pinitos en la poesía y que tiene como máxima afición el kárate que abandonó en el último mes “por todo el ajetreo de la EvAU”.
Por detrás, también dos chicas, Beatriz Jiménez Martínez y Ana María Martínez Rubio, estudiantes en el IES Diego de Siloe y el IES Bernardino del Campo de Albacete, respectivamente, empatan a puntos en la fase obligatoria con un 9,975 y en la obligatoria y voluntaria con un 13,975.