Por áreas geográficas, las ventas de la empresa germana en Europa, Oriente Próximo y África (EMEA) crecieron un 15,2% hasta septiembre, con 2.750,5 millones, mientras que en América disminuyeron un 5,4%, hasta 2.543,9 millones. En Asia-Pacífico, Puma se anotó unos ingresos de 1.325 millones de euros, un 11% más.
Entre julio y septiembre, el beneficio neto de Puma alcanzó los 131,7 millones de euros, un 10% menos que en el tercer trimestre de 2022, mientras que las ventas de la alemana sumaron 2.311 millones de euros, un 1,8% menos.
De cara al final del ejercicio, Puma continúa operando en un entorno geopolítico y macroeconómico cada vez más desafiante, en el que el reciente conflicto en Oriente Próximo, la guerra en Ucrania, la inflación persistente y el riesgo de recesión "están pesando sobre la confianza del consumidor, lo que resulta en una demanda volátil en el sector minorista".
A pesar de esta incertidumbre, la compañía mantiene su previsión de un crecimiento de las ventas ajustadas por tipo de cambio en un rango porcentual alto de un solo dígito para el año fiscal 2023 y anticipa un resultado operativo (Ebit) sin cambios en una horquilla de entre 590 y 670 millones.
"Puma continúa esperando una fuerte mejora en la rentabilidad en el cuarto trimestre, impulsada principalmente por una mejora significativa del margen bruto debido a menores costes de abastecimiento y flete, así como menos actividades promocionales", señala la empresa.