Sin embargo, “el almacenamiento del hidrógeno es complejo, por lo que, conseguir que otro compuesto como el amoniaco lo transporte de forma segura y lo libere por descomposición, donde sea necesario, es muy interesante”.
La investigación que ha desarrollado en el marco de su tesis doctoral consiguió que materiales diseñados y preparados en laboratorio permitieran la transformación de amoniaco a hidrógeno “en condiciones moderadas sin un gran consumo energético y con emisiones cero de gases de efecto invernadero”.
El trabajo permitió “desarrollar y utilizar catalizadores novedosos, sostenibles y económicos basados en perovskitas para la generación de hidrógeno verde mediante descomposición de amoniaco, potenciando la economía del hidrógeno”.
El amoniaco “permite almacenar y transportar grandes cantidades de hidrógeno contribuyendo a la descarbonización del sistema energético”, recalca. Con el uso de estos materiales sintéticos, “se ha conseguido transformar prácticamente el cien por cien de la corriente de amoniaco en hidrógeno y nitrógeno a temperaturas en torno a 450 ºC”.