Para ello, se realiza una campaña de inspección de los establecimientos de almacenamiento y venta de este tipo de artificios, al objeto de verificar la normativa que rige el funcionamiento de estas instalaciones y se diseña un operativo para detectar los puntos de venta no autorizados.
Fruto de estas actividades, la Guardia Civil intervino un total de 23.032 unidades de las clases F1 y F2, estas últimas por su comercio en establecimientos no autorizados para su venta, encontrándose entre ellas las conocidas bengalas romanas, bombetas y petardos.
Desde la Guardia Civil recuerdan que los artículos de la clase F1 son de muy baja peligrosidad, de venta libre en cualquier establecimiento previa comunicación, para uso en interiores y exclusivamente por personas mayores de 12 años, a excepción de las bombetas o truenos de impacto.
La categoría F2, clasifica a los artículos de pirotecnia de baja peligrosidad y bajo nivel de ruido, destinados a su uso al aire libre en zonas delimitadas y por personas mayores de 16 años.
Por su parte, la categoría F3, o artículos de pirotecnia de peligrosidad media, deben utilizarse al aire libre, en zonas de gran superficie y cuyo nivel de ruido no sea perjudicial para la salud humana, por mayores de 18 años.
Se han formulado 15 denuncias por supuestas infracciones administrativas, recogidas en los artículos 36.12 y 36.20 de la Ley Orgánica 4/2015 de Protección de la Seguridad Ciudadana, en concordancia con el R.D. 989/2015 de 30 de octubre por el que se aprobaba el Reglamento de Artículos Pirotécnicos, Cartuchería, por disponer para la venta artículos de pirotecnia sin la correspondiente autorización.