"Creemos que hay que reducirse el envio de agua al trasvase, y más cuando esta cara dura de la sequía nos está poniendo frente al espejo que en el Levante existe la maquinaria y la infraestructura como para que, en ningún caso tuvieran que depender del agua de los embalses de Cabecera para su desarrollo económico", ha incidido.
Ante estos hechos, este alcalde ribereño reconoce que los números evidencian que están los pueblos de la comarca están hoy en una situación "algo mejor" que el pasado año por estas fechas, pero si bien considera que "todo pinta a que seguirá entrando agua y que la situación será mejor", la incertidumbre climática conlleva que sea difícil afinar sobre cómo será la temporada de verano.
En todo caso, declara que las reglas de explotación deberán conllevar que no tuvieran que estar sometidos a esta incertidumbre en su día a día sino "tener cierta tranquilidad.
Por ahí tienen que venir las reglas", afirma Castro, convencido de que la actual situación genera también "falta de estabilidad en el mundo empresarial y desincentiva la inversión que pueda llegar a sus pueblos".