Todo ello a pesar de que en el segundo trimestre del pasado año se produjera un incremento del 25% en el número de ejecuciones, pero finalmente el cierre del año ha dejado un balance positivo, con el descenso de la cifra de ejecuciones hipotecarias en la región.
En los últimos cuatro años las ejecuciones hipotecarias han ido reduciéndose trimestre a trimestre.. Atrás quedan las cifras desorbitadas de más de 1.200 ejecuciones hipotecarias en el primer trimestre de 2014, en los coletazos de la crisis inmobiliaria.
Cifras nacionales
A nivel nacional, el número de ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales se situó en 9.248 en 2023, cifra un 21% inferior a la de 2022 y la más baja desde 2020.
Con este descenso, mucho más pronunciado que el que se registró en 2022 (-3,7%), las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales encadenan dos años de retrocesos después de que en 2021 y 2020 se dispararan un 60,3% y un 41,6%, respectivamente.
Durante el cuarto trimestre de 2023 se registraron 2.287 ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales, un 32,9% más que en el trimestre anterior, pero un 24,8% menos que en el cuarto trimestre de 2022.
En el conjunto de 2023,por comunidades autónomas, Andalucía lidera así el número de ejecuciones sobre viviendas el año pasado, seguida de Cataluña (2.713) y Comunidad Valenciana (2.503). Las comunidades con menos fueron Melilla (3) y Ceuta (7), le siguen la Comunidad Foral de Navarra (55), Cantabria (88) y La Rioja (98).
El objetivo principal de esta estadística del INE es ofrecer trimestralmente el número de certificaciones de ejecuciones hipotecarias iniciadas e inscritas en los Registros de la Propiedad durante el trimestre de referencia. Estadística recuerda que no todas las ejecuciones de hipoteca terminan con el lanzamiento (desahucio) de sus propietarios.