El presidente de la Asociación, Borja Castro, recuerda "la obligada necesidad de cambiar urgentemente las reglas de explotación del Trasvase" y señala "la oportunidad que se nos brinda no de ser nuevamente expoliados, sino de comenzar un nuevo ciclo de gestión sostenible, acorde a los retos a los que nos enfrentamos ya en este escenario de cambio climático".
Desde la Asociación recuerdan que los embalses son de gestión plurianual y deben cumplir una función reguladora gracias a su capacidad para aguantar hasta cinco años de sequía. "Reclamamos una lámina estable para satisfacer nuestras necesidades como cuenca cedente, como señala la ley, pero también para garantizar la demanda de consumo humano y la salud del Tajo con sus caudales ecológicos en los periodos de sequía que están por venir".
Así, Castro demanda "una gestión más eficiente, que no obligue a trasvasar agua cuando en el Levante tienen otras alternativas que funcionan y que nos permita crecer con un uso no privativo del agua, que es propiedad del Tajo, no de los regantes industriales".
Para ello, considera necesario "que el Ministerio de Transición Ecológica y la sociedad en su conjunto empiece a tener en cuenta el coste social marginal de la agroindustria, a la hora de ponderar las repercusiones económicas del cierre o disminución del trasvase".