A juicio del presidente castellanomanchego, este tipo de turismo, que en una década “puede llegar a 2.000 millones de personas” en el planeta, “no viene buscando playa, viene buscando civilización, cultura, gastronomía y patrimonio de todo tipo. Y, sobre todo, lo que somos en esta tierra, no solo acogedores, sino cargados de valores y con un enorme sentido común”.
En este mismo contexto se ha referido a los “datos espectaculares” de turismo previstos para Semana Santa en Castilla-La Mancha, con unas perspectivas de ocupación por parte del sector del 90 por ciento en los alojamientos rurales y por encima del 77% en las plazas hoteleras. “Pero, lo cierto y verdad, es que ya estamos consiguiendo que el turismo sea sin estación, que no sea de punta, sino que sea muy consolidado a lo largo de todo el año”, ha asegurado el presidente regional.