En agosto de 2020, N.B.V. contactó con una menor por WhatsApp en la que el acusado le refería la manera en cómo se había comportado con otras novias que había tenido, refiriéndole frases de contenido sexual: "No tenía nada de guapo, ni de bueno, ni en el exterior ni en el interior, pero sabía conquistarlas con mimos. Me encantaba ser romántico, que para mi cada una novia era como una princesa, algún regalo, algún detalle... y ser muuuuuy cariñoso, susurrarle al oído cositas me encantaba... y les encantaba claro. A ver lo de susurrar al oído "cositas" me refiero a "eres preciosa, te amo. Pareces una estrella caída del cielo. Mi bombón".
En esta conversación, el sacerdote le pedía que acudiera a su domicilio, algo que no hizo la menor, cuyos padres pusieron los hechos en conocimiento de las autoridades eclesiásticas, que incoaron expediente y pusieron los hechos en manos de la Fiscalía. Según el escrito, los representantes legales de los menores han manifestado su deseo de no formular renuncia.
El acusado se enfrenta a dos delitos de abuso sexual, con pena de cinco años por cada uno de ellos, y uno de ciberacoso, por el que el fiscal pide año y medio de cárcel en un juicio que se celebra este jueves en la Audiencia Provincial.