El nuevo compuesto de titanio ha sido diseñado para interactuar con la albúmina, la proteína más abundante en el plasma sanguíneo. “Esta interacción no solo mejora la estabilidad del compuesto, sino que también facilita su transporte a través del torrente sanguíneo y aumenta su especificidad hacia el entorno tumoral”, explica el profesor Calero. La albúmina actúa como un vehículo fisiológico, acumulándose en los tejidos tumorales y permitiendo una distribución más eficaz del compuesto.
El desarrollo de este compuesto representa un avance en la oncología, especialmente para aquellos pacientes que han desarrollado resistencia a los tratamientos actuales. “La resistencia a los quimioterápicos es uno de los mayores desafíos en el tratamiento del cáncer y este nuevo enfoque podría ofrecer una solución viable. Además, la mejora en las propiedades farmacocinéticas del compuesto podría permitir la reducción de las dosis necesarias, minimizando los efectos adversos y mejorando la calidad de vida de los pacientes”, señala el investigador principal del estudio.
El hallazgo abre nuevas vías para el desarrollo de terapias específicas y dirigidas que aumenten significativamente el porcentaje de supervivencia en pacientes oncológicos, especialmente cuando presentan resistencia farmacológica a los tratamientos actuales. Según Calero, “esto puede suponer un avance en pro de una medicina cada vez más personalizada, fundamental en el tratamiento del cáncer”.