Desde su punto de vista, hay una "asignatura pendiente" que hay que acometer y es la de "establecer una política de inmigración que nos permita tener los contingentes de trabajadores necesarios para poder cultivar el viñedo".
Otra cuestión que ha podido afectar a esta pérdida de potencial es la rentabilidad. "Hemos atravesado dos o tres años con una sequía muy fuerte, que nos ha hecho caer mucho nuestras producciones y en un sector como el vino y los mostos, que compites con otros países que no han tenido ese problema de falta de lluvias, pues evidentemente han estado mejor que nosotros", ha explicado Villafranca.
"Independientemente de eso, yo creo en lo que lo decían los romanos: no plantes ningún árbol donde puedas plantar una viña. ¿Por qué vamos a abandonarlo si somos el sector principal? Castilla-La Mancha no se entendería sin viñas y nuestra apuesta es por mantenerlas y por innovar con políticas y estructuras del siglo XXI", ha concluido.