Rápidamente organizaron un grupo de voluntarios, muchos de ellos con cursos de formación en rescate, y se pusieron a disposición de las autoridades. "Entre los dos pueblos tenemos muy buena relación y queríamos ayudarlos como se pudiera, pero tal y como estaba la carretera teníamos que esperar indicaciones de la Guardia Civil", ha concretado Serrano.
Este grupo tuvo que esperar a la mañana de este miércoles antes de poder trasladarse a Letur debido a los desbordamientos y la situación de accesos cortados que padecía el municipio. Otros voluntarios consiguieron llegar antes desde lugares más cercanos como Ferez o desde Elche de la Sierra a media tarde, cuando la situación parecía haberse estabilizado un poco.
Allí ofrecieron su colaboración a los equipos del SEPEI, la Guardia Civil y los militares que participaban en las labores de rescate. No obstante, conforme se acercaba la noche, una segunda crecida de agua forzó a detener todas las operaciones de búsqueda.
Algunos voluntarios pasaron la noche en el albergue improvisado de la escuela de Letur, otros regresaron bajo la intensa lluvia a sus hogares, para volver a la mañana siguiente. Serrano ha explicado que trajeron con ellos todo lo que "podría ser de ayuda": herramientas, comida, linternas y equipos de rescate.
Cuando las primeras luces de este miércoles empezaron a iluminar el pueblo, los voluntarios se quedaron impactados por el estado ruinoso del pueblo: "Nunca habíamos vivido algo así. Es terrible lo que ha pasado y aquí en la Sierra nos conocemos todos y esto nos afecta a todos".