Continuando con las indagaciones, los agentes establecían diversos dispositivos de vigilancia y seguimiento, dando su fruto en uno de esos controles en la localidad de Yepes, apoyados por patrullas de seguridad ciudadana de esa localidad y de Ocaña, donde se procedía a la detención de los encartados, detectando tras un registro exhaustivo del vehículo un doble fondo bajo los asientos delanteros y localizando cuatro catalizadores y dos cortatubos de cadena, mientras que en la parte del motor se encontraban ocultos dos catalizadores más. Estas piezas las habían sustraído esa misma noche en varios vehículos de localidades de la provincia de Cuenca.
Cabe reseñar que este tipo de piezas de vehículo están constituidas por diferentes tipos de metales de alto valor económico, llegando a costar entre 800 y 2.000 euros en el mercado de segunda mano.
Los presuntos autores sustraían los catalizadores en horario nocturno, desplazándose cada noche que delinquían a diferentes comarcas de la provincia de Toledo, recorriendo varios de sus municipios y seleccionando los vehículos objetos para sustraerles el catalizador, utilizando para su corte cortatubos de cadena, para luego ocultarlos en un doble fondo del vehículo utilizado y dificultar su localización por los cuerpos de seguridad en el caso de que fueran identificados.