Además, de las solicitudes aceptadas en 2023, 21 fueron revocadas por los usuarios y 33 aplazadas; 190 solicitantes fallecieron durante el proceso, con un tiempo promedio de 30 días entre la solicitud y el fallecimiento.
Mientras que por comunidades autónomas el mayor número de solicitudes provino de Cataluña (219), Madrid (89), Canarias (62), País Vasco (58), Comunidad Valenciana (56), Andalucía (43), Galicia (41), Baleares (37), Asturias (33), Castilla-La Mancha (28), Castilla y León (27), Navarra (24), Aragón (22), Cantabria (19), La Rioja (4) y Murcia y Extremadura (2).
En cuanto al perfil del solicitante, señala que es el de una persona solicitante entre 70 y 79 años (28%) con enfermedad oncológica (35%) o la neurológica (35%), sobre todo, en situación de gravedad, y si bien, la mayoría de ellas poseen capacidad de hecho al inicio de la solicitud (95%), un 15% estaban en riesgo inminente de perder dicha capacidad.
En relación con el tiempo transcurrido desde la solicitud hasta la realización de la prestación de ayuda para morir, ha sido de 67 días de media con una mediana de 54,2 días. Mientras que un 25% de las personas solicitantes fallecieron antes de resolverse su solicitud. El tiempo medio desde la solicitud hasta el fallecimiento fue de 30 días.