El mandatario regional ha subrayado que el endeudamiento limita la capacidad de maniobra de las administraciones autonómicas en servicios públicos, como la sanidad o la educación.
En este sentido, ha calificado de "absurdo" el posicionamiento de los gobiernos regionales encabezados por el PP, instándoles a "no recibir consignas, simple y llanamente actuar conforme a los intereses de su propia región".
Por otra parte, García-Page ha defendido su posición, que ha calificado de "coherente", al ser un planteamiento "para el conjunto de las comunidades autónomas. "Me parece que va en la dirección de mejorar nuestro sistema de financiación" y que coincide con la reivindicación que Castilla-La Mancha ha mantenido respecto a la deuda.
El presidente castellanomanchego ha argumentado que la reforma de la financiación autonómica arrastra "11 años de retraso", lo que ha conducido a que alguna regiones se hayan "tenido que ir endeudando simplemente para mantener las cosas tal y como estaban por falta de financiación del Estado".
"Digamos que el Estado no regala nada, el Estado simplemente compensa el retraso en la financiación autonómica, en este caso para reducir deuda", ha declarado.
En esta línea, ha señalado que "la compensación en Castilla-La Mancha no es ni siquiera la que buscábamos" planteando que su aspiración era "quitar toda la deuda que suscribió Cospedal, más de 6.500 millones".