Por áreas geográficas, las ventas de Adidas en Europa crecieron un 19,8% anual, hasta 7.551 millones de euros, mientras que en Norteamérica cayeron un 1,8%, hasta 5.128 millones, pero aumentaron un 8,4% en China, hasta 3.459 millones y un 21% en Latinoamérica, con 2.772 millones. De su lado, las ventas en mercados emergentes subieron un 16,2%, hasta 3.310 millones, mientras que en Japón y Corea del Sur sumaron 1.339 millones, un 3,6% más.
En el cuarto trimestre, Adidas contabilizó un resultado negativo de 39 millones de euros, reduciendo así en un 89,7% las pérdidas de 379 millones del mismo periodo de 2023, mientras que las ventas netas aumentaron un 24%, hasta 5.965 millones.
"Estoy muy satisfecho con la forma en que se desarrolló el cuarto trimestre y el año completo para nosotros", declaró Bjorn Gulden, consejero delegado de Adidas. "Este desarrollo fue mucho mejor de lo que esperábamos y, por supuesto, estamos muy satisfechos con ello", afirmó, a pesar de admitir que aún no se corresponde con las ambiciones a largo plazo de Adidas. "Todavía tenemos mucho que mejorar", añadió.
"Nos sentimos bien con respecto al futuro y vemos potencial para aumentar nuestra cuota de mercado en todos los mercados. Creo que para 2025 estamos en muy buena forma", anticipó el ejecutivo, a pesar de la incertidumbre macroeconómica.
De este modo, el CEO de Adidas expresó su confianza en volver a crecer al menos un 10% con la marca Adidas en 2025 y utilizar ese crecimiento para seguir mejorando el beneficio operativo hasta un rango de entre 1.700 y 1.800 millones de euros.