Según se desprende del mapa ofrecido por Cinco Días, basados en datos de la Agencia Tributaria, las Comunidades Autónomas de régimen común gobernadas por el Partido Socialista, a excepción de Valencia y Asturias, son las que menos deducciones contemplan para sus ciudadanos en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
Los cinco últimos puestos del ranking son para Castilla-La Mancha, Andalucía, Baleares, Aragón y Extremadura. En el polo opuesto nos encontramos con las Comunidades donde sus ciudadanos se desgravan más en el IRPF: Castilla-León y Madrid. La tercera región con mayores beneficios es Asturias
El desigual trato fiscal de los distintos gobiernos autonómicos a sus ciudadanos hace que las deducciones autonómicas medias en Castilla y León sea de 416 euros por persona, mientras en Extremadura sólo es de 69 euros.
En el caso de Castilla-La Mancha, el sistema de deducciones del Gobierno regional supone un ahorro medio por declarante de 140 euros, la tercera parte de nuestros vecinos de Castilla y León.
Este sistema de estímulos fiscales de las regiones a sus ciudadanos suma en total 346 millones de euros anuales.
Precisamente este es uno de los temas de mayor desacuerdo entre el PSOE y el PP en Castilla-La Mancha, hasta el punto de que el PSOE rechazó la posibilidad de contar con el apoyo del PP para mantener la estabilidad institucional, si a cambio mejoraba el trato fiscal a los ciudadanos a través del IRPF. El gobierno regional estimó en más de 140 millones de euros las medidas fiscales de bonificación propuestas del PP y rechazó la posibilidad de aceptar el acuerdo con los populares. Finalmente el presidente García-Page cambió el pacto de estabilidad basado en la rebaja fiscal por un gobierno de coalición con Podemos.