Siempre según la versión de la acusación, I.L.V. accedió a la habitación de la víctima y la inmovilizó encima de la cama. A continuación la besó en contra de su voluntad, para posteriormente cerrar con llave por dentro, bajarle los pantalones y agredirla sexualmente, sin que la víctima consintiera dichos actos, empleando la fuerza física y pidiéndole que se marchara.
Con la excusa de "arreglar" lo ocurrido, según el relato de la Fiscalía, los hechos se repitieron al día siguiente, cuando el acusado volvió a agredirla sexualmente sin su consentimiento en dicha habitación, tras forcejear su víctima de forma activa.
La Fiscalía considera que procede imponer una pena de seis años por cada uno de los delitos de agresión sexual descritos y legislados en el artículo 179 del Código Penal. Además, pide una indemnización de 5.000 euros para la víctima, una prohibición de acercamiento y la inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento, profesión, oficio o actividades que conlleven contacto regular y directo con menores de edad por tiempo de doce años.