El dispositivo es útil porque evita que se deformen las piezas de prueba —llamadas probetas cruciformes por su forma de cruz— cuando se les aplican fuerzas desde dos direcciones a la vez. Gracias a esto, se pueden hacer ensayos mecánicos más precisos y que se pueden repetir con los mismos resultados. Estos ensayos sirven para conocer mejor cómo se comportan ciertos materiales cuando se estiran o se comprimen, algo clave en sectores como la aeronáutica o la automoción.
El avance “ha sido fundamental para el desarrollo de una metodología de caracterización mecánica que ya ha sido normalizada como Especificación UNE 0074:2023, convirtiéndose en una referencia para la industria nacional e internacional que trabaja con materiales compuestos avanzados”, señalan los autores.
La investigación que dio origen a esta invención se enmarca en los proyectos nacionales financiados por la Agencia Estatal de Investigación (AEI): COMMUL (DPI2016-77715-R) y BISHEAR (PDC2021-121154-I00). Además, el dispositivo ha sido clave para iniciar nuevas líneas de trabajo en los actuales proyectos RENO (PID2022-137387OB-I00) y CORA (SBPLY/23/180225/000114), “lo que demuestra su impacto continuado en la investigación de vanguardia”, añaden.
Los profesores Serna y Horta valoran especialmente este reconocimiento, “que pone en valor la investigación aplicada, la transferencia de conocimiento a la industria y el esfuerzo investigador comprometido con el desarrollo tecnológico sostenible”. Docentes ambos de la Escuela de Ingeniería Industrial y Aeroespacial de Toledo, explican que su invención “no sólo mejora los procesos de diseño de estructuras ligeras y seguras para sectores como el aeronáutico o la energía eólica, sino que también refuerza el papel de la UCLM como motor de innovación al más alto nivel”.