Pero también, ha recordado el alcalde, hace unos meses se pusieron en funcionamiento dos Ecopuntos para el reciclaje de vidrio, plástico, papel y cartón en las calles Alfonso XII y Martín Gamero, “que se están utilizando mucho por los vecinos y fue una medida muy bienvenida”.
Además, en el mes de junio comenzaban a funcionar los puntos limpios móviles, no solo en el Casco, sino en toda la ciudad que “acercan este servicio tan demandado por los vecinos y que incrementa en un cien por cien los dos servicios de puntos limpios fijos que hay en la ciudad, uno en el Polígono Industrial y otro en la rotonda de la Plaza de Holanda”.
“Pasos pequeños”, ha indicado Carlos Velázquez, “que se van adoptando para avanzar en el reciclaje y en el respeto al medioambiente y que pretende convertir el Casco Histórico de Toledo en un lugar que invite a los vecinos a vivir”.
Con todas estas medidas, ha continuado, “estamos consiguiendo que el Casco sea un referente en políticas que contribuyen a la mejora del medioambiente”, y ejemplo de ello es la Oficina de Transformación Comunitaria, puesta en marcha a través de la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda, gracias a la cual se ha creado la primera Comunidad Energética en un Casco Histórico Patrimonio de la Humanidad y que ha permitido que más de cien personas, tanto físicas como jurídicas, sean beneficiarias de las nuevas tecnologías y de las energías renovables, contribuyendo a mejorar el medioambiente, al tiempo que se reduce la factura energética.
Pero, además, para conseguir un Casco vivo e incentivar que la gente quiera venir a vivir en él, se ha iniciado el proyecto ‘Toledo Emerge’ para la recuperación de espacios abandonados, edificios importantes que se van a rehabilitar para convertirlos en inmuebles útiles como, por ejemplo, Alamillos del Tránsito, donde se van a proyectar 28 viviendas en régimen de cohousing para jóvenes con espacio también para 70 aparcamientos.
Y una última medida, que ha recordado Velázquez, es el protocolo firmado ayer mismo entre el Consorcio de la Ciudad de Toledo y la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda para transformar edificios privados que en estos momentos están en estado de ruina o abandonados, en viviendas de renta libre para que la gente pueda vivir.
En definitiva, ha recalcado el alcalde de Toledo, “grandes avances en solo dos años en un Casco Histórico en el que era impensable el reciclaje y a día de hoy es un hecho que en el Casco se puede reciclar y cada vez hay más facilidades para ello”. Un pequeño gesto que va mucho más allá y que forma parte de una estrategia más amplia e importante para equilibrar la balanza de vivir en este emblemático barrio de la capital regional.