Como es costumbre, la presidenta ha formado parte de la procesión con la imagen de la Virgen por las naves catedralicias y ha participado en el rito de beber agua de los botijos en el claustro del templo, una costumbre documentada desde el siglo XVII.
La presidenta ha felicitado a la ciudadanía por mantener viva esta tradición que une la fe, la historia y la tradición de Toledo, animando a seguir celebrando con orgullo y respeto una de las fechas más emblemáticas del calendario litúrgico toledano.
Esta festividad conmemora la glorificación de la Virgen del Sagrario en cuerpo y alma, que reina en la Primada junto con otras imágenes de Santa María como la Virgen del Tesoro, la Virgen Blanca y la Virgen del Altar Mayor, representando la fe de los toledanos y reconocida como protectora de la ciudad y tesoro espiritual e histórico de Toledo.