Por primera vez desde febrero, el empleo en el sector manufacturero disminuyó debido a que algunas empresas optaron por no renovar contratos o reponer vacantes, en un contexto de incertidumbre política y presiones competitivas.
La encuesta señala que "la confianza en las perspectivas se ha moderado respecto al mes anterior y las empresas informan una reducción de personal, reflejo de la elevada cautela en el sector".
Los precios de los insumos, como acero y productos alimenticios, volvieron a aumentar, pero la presión competitiva llevó a una ligera disminución de los precios de venta, que bajan por primera vez desde junio. Las empresas mostraron además preferencia por utilizar los inventarios existentes, incrementando los 'stocks' de materias primas por primera vez en cuatro meses.
Jonas Feldhusen, júnior economist de Hamburg Commercial Bank ha destacado que "el sector manufacturero español se enfrenta a un retroceso temporal, aunque la tendencia alcista generalizada parece mantenerse intacta. El crecimiento más lento sugiere que la producción y los nuevos pedidos no han cumplido las expectativas empresariales, pero el optimismo a largo plazo permanece resiliente".
En suma, septiembre cierra con una economía manufacturera aún en expansión, aunque con mayores retos en márgenes de beneficios, dotación de personal y fortaleza de la demanda internacional, en especial ante la incertidumbre política en mercados clave como Francia.