Durante los trabajos, los edificios podrán seguir utilizándose, aunque con limitación de sobrecarga y sin incrementar las cargas actuales. El plazo máximo de uso seguro de estos bloques será de dos años, tras los cuales deberán ser demolidos.
Además, se establecerá un programa de mantenimiento supervisado técnicamente para garantizar la seguridad durante este período.
Los residentes de los bloques afectados fueron informados en una reunión, donde se explicaron los detalles y el calendario de las próximas intervenciones.