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Grupo Pañalón (Villarrobledo) adquiere a Citraben y refuerza su ofensiva en el transporte de líquidos alimentarios

TRANSPORTES

CLM21 | Miércoles 22 de octubre de 2025
El grupo logístico Pañalón, con sede en Villarrobledo, ha dado un nuevo paso en su estrategia de crecimiento inorgánico con la adquisición de la unidad de negocio de transporte de líquidos alimentarios de Citraben, empresa radicada en Herencia (Ciudad Real) y con una sólida trayectoria en el sector. La operación, que será efectiva a partir del 1 de noviembre, se integra dentro de la filial especializada del grupo, Félix Food Logistics, y refuerza la posición de Pañalón como uno de los principales operadores europeos en este segmento.

Citraben cuenta con una flota de 25 conjuntos cisterna de última generación y una plantilla de unos 25 profesionales, dedicados al transporte de líquidos alimentarios en la Península Ibérica y Europa, con presencia destacada en Castilla-La Mancha, Navarra y Cataluña. En 2023, la compañía alcanzó una facturación cercana a los 3,85 millones de euros, un 9% más que el ejercicio anterior. Aunque no ha trascendido el importe económico de la operación, sí se ha confirmado que la familia Abengoza, propietaria de Citraben, permanecerá vinculada al proceso para garantizar una transición ordenada.

La adquisición se enmarca en una política de expansión que Grupo Pañalón viene desarrollando desde hace años, basada en la integración progresiva de empresas especializadas en transporte por carretera. Con esta fórmula, la compañía ha consolidado su presencia en los nichos de transporte de productos líquidos y alimentarios, sectores que requieren un alto nivel de especialización técnica, certificaciones de calidad y una flota adaptada a las exigencias higiénico-sanitarias del mercado.

Política de crecimiento sostenido

En los últimos ejercicios, Pañalón ha protagonizado varias operaciones corporativas que demuestran su estrategia de crecimiento sostenido. En 2023 incorporó Caviny, empresa con medio siglo de experiencia en el transporte de cisternas alimentarias. Posteriormente, sumó Otero Trans, Transportes Félix e Hijos y, en 2025, integró Transportes Lara, lo que elevó la flota de Félix Food Logistics a más de 350 cisternas operativas con cobertura en toda Europa. Con la incorporación de Citraben, la capacidad operativa y el volumen de negocio del grupo se amplían aún más, y los analistas del sector estiman que Félix Food Logistics superará los 37 millones de euros de ingresos agregados tras las últimas operaciones.

La apuesta por el transporte de líquidos alimentarios responde a una estrategia bien definida. Este mercado, que exige cisternas isotérmicas de acero inoxidable, estaciones de lavado y vaporizado, y un estricto cumplimiento de las normativas de seguridad alimentaria, premia la capacidad de las grandes flotas, la fiabilidad operativa y la trazabilidad del servicio. Pañalón ha sabido posicionarse en este entorno como un operador de referencia, combinando tamaño, especialización y una estructura de gestión flexible. Desde la compañía insisten en que su objetivo es ofrecer a los clientes “una empresa sólida, de gran envergadura, pero con una organización ágil y cercana”.

Sobre Pañalón

Con sede en Villarrobledo, Pañalón ha convertido a Castilla-La Mancha en un polo estratégico para el transporte especializado. A lo largo de su historia, ha diversificado su actividad hacia diferentes verticales, como el transporte de productos químicos, granulados o pulverulentos, que gestiona a través de filiales como Pañalón Silo Tank. En el ámbito alimentario, Félix Food Logistics es la marca que canaliza esta línea de negocio, certificada bajo estándares internacionales de calidad y sostenibilidad, y equipada con tecnología de trazabilidad y control que garantiza el cumplimiento de las exigencias del sector.

La operación con Citraben confirma la voluntad del grupo de seguir creciendo mediante adquisiciones selectivas que le permitan ganar tamaño, optimizar recursos y aprovechar sinergias. Este modelo, que ha dado buenos resultados en los últimos años, plantea al mismo tiempo nuevos retos. La integración de flotas y sistemas, la homogeneización de culturas empresariales y la adaptación de procedimientos son procesos complejos que requieren una gestión precisa. Además, el contexto del transporte por carretera sigue enfrentándose a desafíos estructurales, como el aumento de los costes del combustible, la escasez de conductores cualificados y las exigencias medioambientales derivadas de la normativa europea.

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