Por tipo de bienes, el comportamiento fue especialmente positivo en los bienes de consumo, que repuntaron un 9,9%, con un fuerte incremento de los no duraderos (+10,9%) -como los productos alimentarios-, mientras que los duraderos cayeron un 5,7%. También mejoraron los bienes de equipo (+7,7%) y los energéticos (+6,2%), aunque los bienes intermedios -relacionados con la industria transformadora- retrocedieron un 2,3%.
En el conjunto del país, el IPI encadenó su cuarto mes consecutivo de crecimiento, con un avance del 4,5% interanual en septiembre, el más elevado desde junio. Corregidos los efectos estacionales y de calendario, la producción industrial nacional aumentó un 1,7%, lo que confirma una tendencia sostenida al alza.
Por comunidades autónomas, la subida fue generalizada, con Castilla y León (+17%), Andalucía (+11,2%) y Canarias (+8,7%) a la cabeza del crecimiento. Solo Comunitat Valenciana (-3,3%) y País Vasco (-2,8%) registraron caídas.
El repunte industrial castellano-manchego supone un impulso para un sector clave en la economía regional, que comienza a mostrar signos de dinamismo tras los meses de primavera.