Los gestores administrativos se pronuncian así sobre lo que consideran una "alarma innecesaria" ante el comunicado masivo que la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) envió a finales de octubre a las empresas para recordarles que a partir del 1 de enero su facturación debería cumplir la nueva norma fiscal.
La propia AEAT precisa en su sección de preguntas y respuestas que el reglamento "no afecta a quienes facturen manualmente o utilicen programas que se limiten a generar e imprimir las facturas sin otras funcionalidades adicionales".
VERIFACTU Y LA FACTURA ELECTRÓNICA, DOS COSAS DISTINTAS
Verifactu es una normativa que emana de la Ley Antifraude y que está regulada por el Real Decreto 1007/2023, y su implementación se producirá en dos fases: en enero de 2026 para las empresas --como cotizantes del Impuesto de Sociedades-- y a partir del 1 de julio, para los profesionales como los autónomos.
Se trata de un marco que, según la AEAT, "establece los requisitos que deben adoptar los sistemas y programas informáticos o electrónicos que soporten los procesos de facturación de empresarios y profesionales". Es decir, no cambia la forma de confeccionar las facturas, sino cómo se generan y se conservan. Esto obliga a incorporar un código 'QR' y una firma electrónica, impidiendo manipular las facturas una vez emitidas.
Por su parte, la factura electrónica surge de la Ley 18/2022 de Creación y Crecimiento de Empresas, y regula cómo deben intercambiarse las facturas entre empresas una vez emitidas, con el objetivo de digitalizar el proceso, eliminar la morosidad y el uso del papel.
La confusión entre estos dos conceptos, declara el presidente de los gestores administrativos, Fernando Jesús Santiago Ollero, "es el origen del actual desconcierto", y ha añadido que lo esencial "es mantener la calma, verificar la información y confiar en los profesionales".