La Crónica: De la evolución de la economía y los Pactos de Fuensalida

Esta semana, ayer, se conoció el dato de transmisiones de viviendas. La compraventa de viviendas en Castilla-La Mancha marca máximo mensual desde enero de 2013 y el acumulado de los siete primeros meses (12.814) es el más alto del periodo desde 2010, aunque todavía está lejos de las 23.701 contabilizadas en 2007. La cifra refleja una recuperación del mercado inmobiliario del 14,85% en términos interanuales. Otra referencia del mercado inmobiliario es la de evolución de los precios anuales de la segunda vivienda, que centra gran parte de las operaciones y que en la región crece un 7,4%, el cuarto mayor registro de España, aunque la tendencia de los precios es hacia la moderación.

Si la evolución es positiva en la compraventa de viviendas, en cambio la matriculación de turismos, lejos de avanzar, retrocede. Según Foconauto, la patronal que integra las asociaciones de concesionarios oficiales de las marcas de turismos y maquinaria agrícola presentes en el mercado español, en los dos primeros cuatrimestres se matricularon en la Comunidad 26.958 turismos, un 5,43% menos que en el mismo periodo del año anterior. Un año antes las ventas del periodo habían crecido un 13,6%.

La caída de 2019 no obstante no es tan pronunciada en la región como a nivel nacional, donde alcanza el 9,23%. Como curiosidad y en términos medioambientales, la caída se la lleva el diesel (28,73%), que es sobrepasado por los vehículos de gasolina, cuyas ventas se disparan un 10,2%, el porcentaje más elevado de España tras el registrado en Murcia.

Otro dato conocido esta semana ha sido el del consumo público. El gasto de nuestra Comunidad crece un 8,3%, tres puntos más que la media, y lo hace a costa de generar un déficit de 484 millones de euros al final del primer semestre, que será difícil de reducir en la segunda mitad del año a los 43,55 millones, que son el máximo permitido para Castilla-La Mancha a final de año. La falta de los ingresos comprometidos por el Estado además ha generado tensiones de tesorería e incrementado el plazo del pago de las facturas por parte de la Comunidad.

En materia de empleo, destaca el hecho de que la contratación se haya enfriado en los ocho primeros meses por primera vez en los últimos cuatro años y presente ya una evolución en negativo, en números rojos. Esa variación negativa afecta a los servicios y a la industria regional. Esta ha hecho 1.043 contratos menos, a pesar de que la producción del sector crece en los siete primeros meses con un acumulado del 3,2% desde diciembre y una tasa interanual del 9,1%, empujada fundamentalmente por los sectores de bienes de equipo y de consumo. En cualquier caso el paro en el sector se mantiene por debajo de las cifras de hace un año.

El cuadro semanal de coyuntura lo completa el dinamismo empresarial en los siete primeros meses. Los datos reflejan que se ha contenido el proceso de disolución de compañías con el que Castilla-La Mancha inició el año. También que el dinamismo en la creación de nuevas empresas retrocede.

Todos estos datos llegan la misma semana en la que el gobierno ha iniciado los contactos formales con los grupos parlamentarios y con representantes de las instituciones provinciales para tratar de llegar a acuerdos en determinadas materias de interés general para la Comunidad. Con las instituciones para coordinar determinadas acciones, especialmente en materia de empleo y servicios sociales, para hacer más eficaz la prestación de los servicios públicos y poder multiplicar la atención a los ciudadanos, con los partidos para cuestiones como el agua o la financiación autonómica. En este último tema ya hubo una voz común el jueves de la semana pasada para reclamar las cuantías de 2019. Ahora hace falta que todos perfilen el modelo de financiación que interesa a Castilla-la Mancha dentro del conjunto de España y que se defienda cuando se abra la mesa de negociación nacional entre el gobierno central y las Comunidades Autónomas.