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Las familias castellano-manchegas invierten de media 93 euros por hijo al mes en el comedor escolar
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(Foto: Ignacio López // JCCM)

Las familias castellano-manchegas invierten de media 93 euros por hijo al mes en el comedor escolar

jueves 03 de octubre de 2019, 11:47h
La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA) ha realizado un estudio que revela los principales datos del inicio del curso escolar en cada Comunidad Autónoma. Entre los datos recabados por CEAPA, destaca la distribución desigual del precio de los comedores escolares, que implica que entre la región más económica y la más cara haya una diferencia de hasta 3 euros diarios por niño.

Según los datos recogidos por la Confederación, la Comunidad Autónoma que presenta un precio medio de comedor escolar más elevado es Baleares, con 6,50 euros al día. Por otro lado, Canarias y Asturias tienen los precios de comedor más reducidos, con 3,50 euros por niño y día.

Castilla-La Mancha, por su parte, se encuentra dentro de la franja de regiones con mayores precios. Con un coste medio diario de 4,65 euros, es la séptima Comunidad en rango de precio, aunque la diferencia es de 1,65 euros menos con respecto a Baleares y 1,15 euros más que en Canarias.

El gasto medio que le supone a una familia castellano-manchega dar de comer a un hijo alcanza los 93 euros mensuales, mientras que para una familia de Navarra o Baleares, el gasto ronda los 130 euros.

Hay que destacar que, con respecto al curso escolar 2018-19, el precio del comedor escolar en la región no ha experimentado ningún cambio, mientras que Canarias ha incrementado el coste en un 6,06% interanual y Murcia lo ha reducido un 6,97%.

En este sentido, la Confederación ha reclamado garantizar el acceso gratuito a los servicios educativos para paliar los desequilibrios y, en el caso especial de los comedores escolares, “el impulso de medidas que fomenten las cocinas in situ en los centros educativos, frente al modelo de línea fría mayoritario, así como el uso de alimentos frescos, de proximidad y temporada y, en la medida de lo posible, ecológicos”, ya que la alimentación en la infancia es un derecho que, en muchos casos, finaliza en Secundaria, a pesar de que “hay menores que dependen de esa comida diaria para poder alimentarse de una manera digna”.

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