www.clm21.es
Medidas económicas por la crisis del Covid-19: Un buen plan, con alguna laguna, que abre la puerta a un gran acuerdo nacional
(Foto: Pool Moncloa/JM Cuadrado)

Medidas económicas por la crisis del Covid 19: Un buen plan, con alguna laguna, que abre la puerta a un gran acuerdo nacional

miércoles 18 de marzo de 2020, 10:35h

El plan económico del gobierno es sin duda parte de lo que hay que hacer. El plan tiene tres niveles: el de las personas, el de las empresas y el que afecta al mundo financiero y de inversión. Las medidas vienen a amortiguar el impacto de la crisis sanitaria en la economía. Bueno en su conjunto, tiene algunas lagunas, como las que atañen a los autónomos, que representan el 19% de la fuerza laboral de España.

En contra de lo que sucedió en 2008 con Rodríguez Zapatero, el gobierno de Pedro Sánchez ha priorizado reforzar las medidas que afectan al mercado de trabajo, es decir a los trabajadores. Con la adaptación de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), que se traduce en agilización de los trámites y cobro del desempleo por parte de todos los trabajadores afectados, sin que por ello consuman paro, y que la empresa no pague las cuotas a la Seguridad Social. Se trata de que no se destruya empleo de forma permanente y de que las familias sigan ingresando dinero al tiempo que las empresas con la actividad paralizada no tienen costes salariales. No sólo es una cuestión de carácter social, también lo es económica. En la medida que las familias tengan ingresos podrán tener capacidad de compra y hacer frente a sus gastos de vivienda, suministros básicos y alimentación (el resto, de momento está paralizado). Esa medida permite a la economía seguir funcionando, aunque dadas las circunstancias sea con un pulso más reducido.

En este punto, la laguna del decreto está en los autónomos, que no son sino trabajadores por cuenta propia. Dentro de los autónomos hay dos grupos, los que tienen trabajadores a su cargo y los que no. Para los que tienen trabajadores a su cargo rige el mismo criterio que para las empresas en relación a los trabajadores y ERTE. Con una diferencia y es que el autónomo tendrá un coste salarial, el suyo, del que no se le dispensa. Llegados a este punto el autónomo –con o sin trabajadores a su cargo- puede cesar en la actividad, y así se evita el pago de las cuotas sociales y puede beneficiarse de las ayudas por cese de actividad.

La laguna invita a que se adopte esta vía, que permite al autónomo reducir gastos y tener ingresos. Si ese camino lo siguen la mayoría de los autónomos, el tejido productivo sufrirá y lo hará con fuerza. En España, el número de autónomos cotizantes a la Seguridad Social es de 3.257.896, que representan el 17% de los trabajadores del país. De ellos, 148.754 trabajan en Castilla-la Mancha y representan el 21% de la fuerza laboral de la Comunidad. La gran recesión se llevó buena parte del tejido de autónomos que ha tratado mucho tiempo, esfuerzo y dinero en recuperar. Los autónomos son la columna vertebral de lo que hemos venido en denominar emprendedores.

Por lo demás, el decreto acierta al inyectar liquidez y sobre todo a convertir al Estado en el gran avalista. Era una necesidad que ya habíamos apuntado desde estas líneas, porque puede que los bancos centrales dispongan medidas para que fluya el crédito, pero la palabra final la tenía el sistema financiero que ha escarmentado y pide garantías y más garantías para conceder los créditos. El Estado está dispuesto a asumir esas garantías, lo que permitirá que haya liquidez, y que las empresas no se estrangulen financieramente.

La tercera pata del banco es la protección del sistema de inversión. Las compañías españolas han sufrido con fuerza en bolsa y han perdido buena parte de su valor. Algunas de ellas valen la mitad o menos que hace quince días. Esa caída las deja sin protección ante una OPA (Oferta Pública de Adquisición) por parte de inversores extranjeros. El gobierno blinda a las compañías y sectores estratégicos para que no estén expuestos a ese riesgo y la economía nacional quede en manos extranjeras.

El plan económico se completa con una importante derivada social de protección a los más vulnerables y con una inyección de fondos a la investigación para la lucha para encontrar una vacuna contra el Covid-19.

El gobierno pretende movilizar 117.000 millones de fondos públicos, que se suman a otros 14.000 de medidas anteriores.

Lo que haga falta, dijo el presidente Sánchez. Y así debe ser. En cualquier caso hay que saber que esa factura habrá que pagarla más adelante. Si finalmente el impacto en las cuentas públicas es de 130.000 millones (13% del PIB), el gobierno deberá recurrir a la deuda pública para hacer frente a este gasto. La medida puede costar a las arcas públicas del orden de los 4.000 millones de euros anuales en intereses por esos créditos. Si no más. Hay que tener en cuenta que la prima de riesgo está en máximos anuales y se sitúa por encima de los 140 puntos. En los dos primeros meses del año se movió en una horquilla entre el 64,8 y el 69, hasta que el 25 de febrero empezó la escalada. Eso qué significa que la rentabilidad del bono español está en el 1,02%, mientras que la del alemán está en el -0,38. O lo que es lo mismo, España tiene que pagar un interés del 1,02% por sus bonos, mientras que los de Alemania actúan como valor refugio. Dicho sea de otra manera, España va a necesitar dinero, va a tener que pedirlo prestado y va a tener que pagar más intereses por el dinero que reciba. De hecho, el Tesoro español ha estado haciendo colocaciones a intereses negativos. Eso ocurría en la primavera y el verano pasados con la emisión de letras. Ahora la cosa cambia. El riesgo país es mayor.

Las medidas supondrán además de más deuda, más déficit, lo que obligará a una negociación con la Unión Europea sobre los objetivos fiscales. Hay que tener en cuenta que economías como la alemana se mueve en superávit y tiene capacidad de respuesta sin necesidad de acudir al crédito.

A quien mejor pilla financieramente la situación es a las corporaciones locales, que se mueven en superávit en los últimos años. Unos recursos que ahora se pueden movilizar para la lucha contra el coronavirus y, todo apunta, a quela principal vía de actuación de los municipios será la de los servicios sociales y de protección a los más vulnerables.

Esa situación es para detener las primeras consecuencias del impacto de la crisis sanitaria en la economía nacional. Luego habrá que abordar la reconstrucción económica del país. Y para ello será necesario un gran acuerdo nacional. Habrá que huir de los planteamientos frentistas en materia presupuestaria. Unos y otros bloques ideológicos deberán dejar sus dogmas y sus prioridades en materia económica, porque la prioridad será la de volver a poner en marcha a una de las mayores economías de la Unión Europea y del mundo.

Todo ello no significa la renuncia a la crítica política de la oposición al gobierno por la gestión de la crisis en las primeras semanas por parte de la administración general del Estado.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios