Con el anuncio de que el presupuesto será prorrogado, el debate sobre el estado de la Región será la primera prueba de fuego a la que deberá someterse el presidente García Page tras la ruptura del Pacto de investidura por Podemos. Será el próximo pleno de las Cortes, que el portavoz del Gobierno anunció para los días 5 y 6 de octubre. Además, la que el propio ejecutivo consideró una ambiciosa agenda legislativa para el presente periodo de sesiones, queda ahora a los ajustes que le quieran hacer los grupos de la oposición.
La agenda legislativa y la investigación sobre Seseña y Chiloeches, afectadas por la nueva situación
A ello se suma los trabajos de investigación de la comisión de investigación del incendio de Seseña y la posibilidad de que se inicie otra comisión que investigue las actuaciones del Gobierno en relación con la actividad presuntamente ilegal de la planta de productos tóxicos de Chiloeches, así como la relación mercantil del ex viceconsejero de medioambiente con el arrendatario de la misma.
Estos son algunos de los temas para el análisis que el gobierno de Castilla-La Mancha y su presidente deberán realizar hoy y en los próximos días, y sobre los que deberán tomar decisiones, incluidas si merece gobernar sin apoyos parlamentarios, si se tienden puentes para un nuevo acuerdo o se opta por otras salidas, máxime tras rechazar el ofrecimiento de Cospedal de garantizar la estabilidad.
Además, tiene que abordar la forma en la que modular esta crisis y el tratamiento informativo que se le da a la misma. Ayer, el gabinete se envolvió en la bandera y trató de presentar la actuación de Podemos como un ataque a los intereses de Castilla-La Mancha. De hecho, fue el argumento más destacado por el vicepresidente: “Si alguien -dijo- quiere utilizar a Castilla-La Mancha como moneda de cambio para determinados debates que hay hoy en la política nacional, se equivoca y mucho”. Además, el tono del vicepresidente no podía ocultar su enfado por la decisión de sus hasta entonces socios. Fondo y forma que no se compadecen con la debilidad en la que se encuentra el ejecutivo. No sólo en el terreno político, también en el informativo.
De hecho, en el terreno político hay que recordar que el debate del estado de la Región se cierra con la presentación de varias resoluciones que deben ser aprobadas por la Cámara y que pueden suponer una severa derrota y una cura de humildad al ejecutivo, que comprobará la realidad de la nueva situación y la senda de sufrimiento político en la que se ha metido y de la que debe tratar de salir, incluso con la cuestión de confianza o una fuerte remodelación del Gobierno, porque en su propio partido, además de a Podemos, hay quien responsabiliza a algunos miembros del gabinete.
En las filas socialistas hay quien se lamenta de que se haya llegado a esta situación y no se duda en hacer autocrítica y poner la vista en el ejecutivo y en la forma de ejercer la acción de Gobierno en una situación de ausencia de mayoría absoluta. También los críticos con la actuación de su secretario general, García-Page, reconocen que tal y como dijo el secretario general de Podemos, García Molina, “Emi -que es como se conoce al presidente- ha estado muy ocupado en Ferraz, en ir contra Pedro Sánchez”.
Lo que ha sorprendido a algunos es la falta de análisis y previsión por parte de los dirigentes, especialmente por los que estaban en el gobierno: “Era lógico pensar que las elecciones y su resultado marcarían la agenda e influiría en mayor o menor grado en el estado de la correlación de fuerzas en Castilla-La Mancha”. Efectivamente, algunos medios, habíamos anticipado que “el nuevo curso político regional se inicia pendientes del resultado que tenga el proceso de investidura del presidente del Gobierno de la Nación. La conformación o no de un ejecutivo nacional, el futuro de Pedro Sánchez y el papel de García-Page en el PSOE nacional son los tres pivotes que determinan la vida política y legislativa de los próximos meses en Castilla-La Mancha. Para nuestra Comunidad también será determinante la responsabilidad que desempeñe la presidenta regional y secretaria nacional del Partido Popular, María Dolores Cospedal, en un posible gobierno de Mariano Rajoy”.
Incluso en este escenario, se daba por segura la prórroga presupuestaria que el gobierno negaba una y otra vez y que al final ha tenido que aceptar. Falta por conocer si cuando tomó esa decisión hace unos días, lo hizo por un desacuerdo con Podemos, lo que justificaría las palabras de García Molina: “No podemos adaptarnos al paso lento y temeroso de quien no se atreve a superar los límites para salir del más de lo mismo y menos de lo mismo…No podemos ignorar ni sostener por más tiempo la posición indolente de quien no quiere ni escuchar ni hacer lo que la gente precisa, de quien pretende seguir igual que antes, sin asumir que todo, todo, ha cambiado, que la realidad, las necesidades y las aspiraciones de las gentes de esta región ya no son las que eran antes”.
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