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Sede de las Cortes de Castilla-La Mancha.
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Sede de las Cortes de Castilla-La Mancha. (Foto: Antonio Velez vía Wikimedia Commons)

La hora de la fortaleza de las instituciones democráticas

jueves 28 de mayo de 2020, 21:23h
Que el virus ha puesto a prueba el sistema sanitario español es una obviedad. Que el proceder de algunos dirigentes durante la pandemia está poniendo a prueba al sistema en general también es un hecho. La crisis del pacto con Bildu y la crisis por el cese del coronel de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid reflejan esa dinámica. Basta asomarse a los hechos y a las declaraciones de unos y otros para comprobarlo. Son ellos mismos los que incluso en la literalidad de sus palabras o en sus procederes evidencian esa presión sobre el sistema. La cuestión es que la tensión, lejos de remitir, va a más, que las afirmaciones son cada vez más graves y menos ponderadas.
En ese clima urge que los poderes legislativos y judicial recobren su normalidad y pleno funcionamiento y lo hagan incluso con mayor fortaleza. Al principio de la pandemia cabía aceptar la interpretación, y así se hizo, de que era aconsejable centrarse en la lucha contra la Covid. Tiempo habría después de las exigencias de responsabilidades y de abordar nuevas leyes menos urgentes. La opinión empezó a cambiar con lo que se interpretaban como excesos de algunas de las decisiones del mando único y del núcleo decisorio del Ejecutivo. Esa situación puso en primer plano la vuelta a cierto control parlamentario del gobierno.

Las tendencias en este tiempo se han ido trasladando desde la administración central a las autonómicas y locales, aunque cada una ha tenido sus singularidades. En Castilla-La Mancha, tanto las Cortes como el Tribunal Superior de Justicia han tenido su propia dinámica. Fue el TSJE el primero de España en revisar las cifras de mortandad oficial por Covid, que se había establecido con criterios específicos desde el gobierno central.

En el caso de las Cortes, su presidente, Pablo Bellido, ha mantenido activa la Cámara. Lo ha hecho con el modelo que se ha impuesto en la vida empresarial, política y familiar, el de distanciamiento físico en unos casos y el telemático o electrónico en otros. Doce reuniones de mesa, una primera Comisión de Sanidad (26 de marzo), un pleno presencial (2 de mayo) y una ronda de comparecencias de consejeros para informar sobre la gestión en el contexto de la pandemia.

El próximo lunes, la Cámara recuperará su plena normalidad de funcionamiento y de plazos, que estaba previsto retomar cuando se terminara el estado de alarma. En la Región el presidente de la Cámara adelanta la fecha, lo que permite reforzar y fortalecer la institución, que recuperará tiempo con la habilitación de agosto, que ha realizado su presidente.

Más allá de la discrepancia política, incluso en lo que se refiere a la mayor o menor actividad, la decisión viene a fortalecer la figura del Parlamento castellano-manchego, que este fin de semana cumplirá 47 años desde su constitución el 31 de mayo de 1983, tras las primeras elecciones democráticas celebradas el día 8 de ese mismo mes. Es una decisión de salud democrática en línea con lo que debería ser el proceder general en la política nacional, el de la normalidad democrática, más allá de los aciertos o los errores del Ejecutivo en su gestión política. Las instituciones son la esencia y las personas que las ocupan van cambiando, por elección, nombramientos, ceses o dimisiones.
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