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La receta de los expertos: Una profunda reforma que elimine beneficios fiscales, el sistema de módulos y un nuevo diseño de la tributación de capital

La receta de los expertos: Una profunda reforma que elimine beneficios fiscales, el sistema de módulos y un nuevo diseño de la tributación de capital

  • De forma temporal se decantan por un “coronarecargo” temporal en el IRPF, como elemento más equitativo para pagar los gastos de la Covid 19
  • En la reforma estructural abogan por subir los impuestos especiales (tabaco, alcohol, cerveza, carburantes) y conseguir que el Impuesto de Sociedades sea neutral

lunes 06 de julio de 2020, 12:46h

El “Informe sobre medidas tributarias ante la crisis de la COVID-19” elaborado por los expertos para la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA) considera que deben acometerse reformas estructurales del sistema fiscal, más allá de lo que denominan “coronatributos,” y que deben estar dirigidas a eliminar bonificaciones y beneficios fiscales de las grandes figuras tributarias (IVA, IRPF y Sociedades), además de modificar los gravámenes, eliminar el sistema de tributación por módulos y aproximar los tipos de los gravámenes del consumo de alcohol, tabaco y combustibles a la media de la Unión Europea, además de aumentar y establecer copagos por el uso de determinados servicios públicos

Respecto a las medidas coyunturales, además de los nuevos tributos (tasa Google) que establezca la Unión para financiar el fondo de reconstrucción europeo, consideran que la medida tributaria más justa y sencilla sería lo que denominan “coronarecargo”, que sería un recargo temporal en el IRPF, “que es un impuesto general y progresivo y con buenas propiedades de estabilización automática”. Algunos miembros de esta Comisión sostienen que la actuación con el IRPF podría complementarse con la elevación, también temporal, del IVA. Pero sostienen que esas medidas coyunturales “deben poder retirarse, con la gradualidad que aconseje el desempeño macroeconómico, una vez deje de ser necesaria su aportación complementaria respecto del sistema tributario “convencional”.

Los expertos de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada consideran que la reforma del Impuesto sobre el Patrimonio “es imprescindible, pero encaja más en la política tributaria estructural”.

Y es en esa reforma estructural, donde se decantan primero por evaluar de forma exhaustiva, en base a criterios de efectividad, eficiencia y equidad, los beneficios fiscales (exenciones, reducciones, deducciones, bonificaciones, tipos reducidos, etc.) que reducen el gravamen efectivo de los principales impuestos, como el IRPF, IVA e Impuesto sobre Sociedades. Estiman que la eliminación de algunos de estos beneficios podría generar un volumen importante de ingresos y contribuir a reducir las ineficiencias asociadas con esos impuestos.

A su juicio, “también puede ser un buen momento para eliminar el régimen de estimación objetiva (los “módulos”) de los rendimientos de actividades económicas en el IRPF y, en paralelo, el régimen simplificado del IVA.”

Respecto al Impuesto sobre Sociedades, que grava el beneficio empresarial, plantean que los más acertado no es aumentar la presión fiscal, sino aproximarlo lo más posible a un “impuesto neutral (que no distorsione las decisiones de inversión, financiación y organización empresarial), correctamente integrado con el IRPF y con un reparto equitativo de su recaudación entre países en el caso de las empresas multinacionales”.

Respecto a la tributación de capital proponen que se aborde una reforma integral de la tributación por este concepto que contemple conjuntamente su gravamen en el IRPF y en el Impuesto sobre el Patrimonio, “para asegurar su neutralidad entre activos, evitar que pueda ser confiscatoria y situarla en línea con la tributación del capital en los países de nuestro entorno” Asimismo considera igualmente “ineludible” la reforma del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones”.

Respecto a otra de las grandes figuras recaudatorias, la que grava el consumo de determinados productos en los conocidos como impuestos especiales, proponen aproximar los tipos de gravamen sobre bebidas alcohólicas, labores del tabaco y combustibles fósiles a los establecidos en los principales países de la Unión Europea”

Otras medidas contempladas en esa profunda reforma fiscal son las de aprovechar el recorrido que todavía tienen los impuestos medioambientales, aumentar los ingresos públicos basados en el principio de beneficio (tasas, precios públicos, copagos, etc.), continuar reforzando la lucha contra la economía sumergida, la evasión y la elusión fiscal y mejorar la coordinación entre administraciones tributarias en el ámbito internacional y doméstico.

Para los expertos de FEDEA, las reformas tributarias deben llevarse a cabo en coordinación con las comunidades autónomas, “lo que -consideran- no se ha hecho hasta ahora”. Asimismo, añaden que la reforma también debería contemplar la revisión de las figuras que integran la tributación local, en coordinación con los entes locales.

Finalmente señalan que se debe continuar abordando los problemas estructurales que afectan desde hace años a la financiación del sistema de pensiones y que acaban influyendo en los desequilibrios globales de nuestras finanzas públicas.

La Fundación FEDEA es una fábrica de ideas y de investigación económica, que tiene como patrones al Banco de España, a Caixabank, Santander, Sabadell, Bankia, la fundación ACS, Abertis, Mapfre, Telefónica, Enagás, la Bolsa de Madrid, la Corporación Financiera Alba de Banca March y la Fundación Ramón Areces

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