Ese mes llegaron a nuestra región 47.642 turistas, 132.821 menos que un año antes, que totalizaron 91.593 pernoctaciones, 217.385 menos que en noviembre de 2019. Los descensos porcentuales fueron especialmente severos entre los turistas internacionales, cuyo número se redujo en un 89,2%.
Las pérdidas de ingresos mensuales superan los 12 millones de euros y dejan la rentabilidad (ingresos por habitación puesta en el mercado) en 8,46 euros, frente a los 20,93 de un año antes. Si en noviembre de 2019 los indicadores de rentabilidad del negocio crecían a un 4%, en 2020 se anotan un descenso del 59,51%.
La otra variable que sirve para medir la marcha del negocio hotelero, la de ingresos por habitación ocupada, también sufre un desplome importante. Si hace un año estaba en los 54,64 euros y crecía a un ritmo del 1,16%, en noviembre de 2020 baja a los 45,09 euros (9,55 euros menos por habitación) y cae un 17,35%.
Si hace un año el grado de ocupación por plaza estaba en el 31,6% y subía al 44,4% los fines de semana, este año las restricciones de la segunda ola han dejado el índice de ocupación en el 12,71% y en el 12,72% los fines de semana.
Los datos reflejan la dureza del impacto de la pandemia en una actividad que ha reducido sus precios en un 12,02% y que ha restringido en un 25,1% las plazas que ha puesto en el mercado tras el cierre de 167 negocios. Una dureza que ha afectado también al conjunto del mercado de interior compuesto por otras cinco regiones con las que compite nuestra Comunidad. La rentabilidad en Aragón se situó en el 9,8 euros, la de Castilla y León en 10,50 euros, la de Extremadura en 8,99 euros, la de La Rioja en 8,51 euros y la de Navarra en 12,23
Si (
No(
