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La tercera ola pone a prueba al sistema sanitario y la segunda deja una profunda huella en la economía regional
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La tercera ola pone a prueba al sistema sanitario y la segunda deja una profunda huella en la economía regional

  • Crecen los contagios y las hospitalizaciones, mientras el gobierno regional refuerza el sistema de salud para que no colapse
  • El debate político se crispa aún más y los datos económicos reflejan un duro golpe de la segunda ola en la industria y los servicios

jueves 21 de enero de 2021, 19:33h

Los temores de los sanitarios se han convertido en realidad. Las abrumadoras cifras de contagios en la tercera ola están tensionando algunos hospitales del sistema sanitario. En lo político, la respuesta del gobierno a la crisis sanitaria y a la del temporal de nieve han centrado un debate que se ha crispado aún más. La oposición trata de vincular la situación a una inacción del gobierno y a una mala gestión, mientras que desde el gobierno se trata de trasladar calma y pedir colaboración a la población para lograr doblegar la curva. Desde el PSOE se acusa al PP de hacer demagogia y populismo y se pide “ir juntos y remar a favor”. “No le he escuchado ningún mensaje esperanzador al líder de la oposición”, ha afirmado la portavoz socialista, Ana Isabel Abengózar.

Y mientras desde el PP, su presidente, Francisco Núñez dejaba caer que el gobierno no estaba haciendo todo lo que está a su alcance, al pedir que “que ponga a disposición de los castellano-manchegos todos los recursos necesarios ante esta emergencia sanitaria” Núñez se refería a la presión de la tercera ola a la que ha tenido que hacer frente el Servicio Público de Salud y ha denunciado que “ “decir que no hay problemas y que no existe colapso en los hospitales es faltar a la verdad y faltar el respeto a los profesionales y pacientes que están sufriendo esta dramática situación”.

Y es que la alusión a los profesionales se ha colado en el debate político. Si Núñez decía estas palabras, la portavoz socialista, Ana Isabel Abengózar planteaba como “referente” a los profesionales sanitarios, de los que decía “están luchando contra esta pandemia desde el primer día y a los que no se les puede pedir más porque lo están dando todo y más”, si bien “ellos no pueden decir lo mismo de sus políticos”, ha dicho.

Una frase que se producía justo el mismo día en que el Colegio Oficial de Médicos de Toledo trasladaba a los responsables de la política sanitaria regional “el malestar generalizado de los profesionales sanitarios del centro hospitalario toledano, ante el aumento de pacientes de casos covid y de otras patologías que requieren de ingreso y soportan grandes esperas para tener cama”. Lo hacían unas horas después de que el Colegio de Enfermería reclamara a esos mismos responsables que tomasen medidas de carácter urgente que den solución a la situación de sobrecarga asistencial y ausencia de espacio físico que se está viviendo en el servicio de Urgencias del Hospital Virgen de la Salud.

Mientras, en los hospitales se lucha por atender a todos los pacientes de forma profesional y se trata de aligerar la carga hospitalaria para hacer frente a la avalancha de nuevos casos, poniendo a disposición más camas y dando agilidad a las altas.

La tercera ola también mete presión a la economía. Todavía es pronto para saber el alcance de la misma en las cifras de negocio de las empresas y en el empleo. Ya se empiezan a conocer los datos de la segunda ola y el panorama es preocupante. La economía terminó el año, según el consenso de los analistas con un crecimiento más débil del esperado y la situación de crecimiento de casos y de falta de aceleración en la vacunación, les hace presentar un escenario de recuperación más lento de lo que habían anticipado para 2021.

Esta misma semana los datos referidos a la segunda ola y/o al acumulado con la primera ya dan qué pensar. La confianza empresarial refleja un gran pesimismo. La hostelería (bares, restaurantes y hoteles) destruyeron 8.000 empleos en la región el año pasado y mantenían más de 5.000 trabajadores en regulación de empleo. La industria acumula un descenso de ventas del 11,2%. En noviembre, con la segunda ola en evolución, el sector pasó de los tímidos avances de ingresos de los meses anteriores a la caída de las ventas.

También se han visto afectadas las ventas en noviembre del sector servicios, l de mayor peso en la economía regional. A finales de noviembre, el sector tenía un descenso medio facturación del 10,5%. Hay que tener en cuenta que el volumen generado por el sector privado de los servicios en nuestra Comunidad alcanzó los 15.151 millones de euros en 2019, el 35,6% del PIB castellanomanchego de ese año. La mitad de esta cifra, exactamente 7.561 millones de euros, fue aportada por el comercio, el transporte, la hostelería y los talleres de coches, las actividades que más sufren con las restricciones por el coronavirus. El único consuelo para algunos es que la mayoría de las demás regiones están peor. En el ámbito económico y fiscal, la actuación de los gobiernos autonómicos apenas representa un grano de arena. El grueso de las medidas tiene su origen -para bien o para mal- en el gobierno central. Desde la Región, un plan para aliviar los plazos fiscales de los impuestos propios o un paquete de ayudas para reforzar a los colectivos más afectados por la pandemia y otro para contener el empleo. Planes que se refuerzan con la agilización del pago del sector público y con un aumento del gasto de este sector que sirve para estimular parcialmente la actividad privada.

A día de hoy, la dialéctica entre salud y economía no existe. Ambos campos están fuertemente sacudidos por la pandemia. La esperanza está en lograr una inmunidad de grupo (entre el 70 y el 75% de la población) para antes de que finalice el verano, mientras se trata de minimizar el coste económico y laboral de las medidas y se busca que el sistema sanitario mantenga su capacidad de respuesta. Una capacidad que el consejero de Sanidad ha cifrado en ”5.257 camas de hospitalización, 462 camas de críticos con respirador y 46 adicionales sin respirador”. Los datos oficiales del miércoles registraban 1.397 hospitalizados en camas convencionales, lo que dejaría en la reserva casi 4.000 camas. También contabilizaban 172 pacientes en Uci con respirador, lo que mantiene libres, según los datos oficiales, 290 camas provistas de respiradores mecánicos. Los datos son generales y, las manifestaciones de los profesionales, apuntan a que en algunas áreas de salud, como la de Toledo, esa capacidad está bastante mermada.

La situación ha coincidido con el “blue monday”, lo que una campaña de márquetin presentó como el día o los días más tristes del año con el fin de animar a las compras. Este año ha coincidido con el 18 de enero. Y reclamo publicitario o no, este día y los siguientes, están siendo de los más duros vividos en nuestra Comunidad a causa de la pandemia del virus transmitido a todo el mundo desde China.

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