Jiménez ha indicado que el mes de marzo termina con una cifra de paro de 28.245 personas, 407 menos que el mes anterior y 8.780 menos que en 2021. Se aleja también de las 34.311 personas desempleadas del mes de marzo de 2019. “Un dato a destacar, es que, aunque el paro femenino sigue siendo muy superior al masculino, en este mes toda la bajada del paro la protagonizan las mujeres, con un descenso de 439. Habrá que estar vigilante para comprobar si se cumple otro de los objetivos de la reforma laboral, como es la reducción del paro femenino y de las brechas existentes”, ha subrayado Jiménez.
Es el sector servicios el que marca la bajada del paro casi en su totalidad, pues la primavera y la proximidad de la Semana Santa refuerzan al sector hostelero, que aglutina el 66% de las contrataciones realizadas, y arroja un descenso de paro de 546 personas. “Destacan entre las subidas de paro las personas inscritas en agricultura, dado que no han comenzado todavía las campañas agrícolas importantes en nuestra provincia; también sube el colectivo de jóvenes menores de 25 años, que se sitúa en el de mayor aumento, con una subida de 133 jóvenes”.
Jiménez ha remarcado que nuevamente el dato más destacado es el del cambio en la dinámica de contratación. “Se han celebrado 12.924 contratos en el mes, de los que 4.566 son indefinidos (más del 35%), mientras que venimos de una larga tendencia en la que solo el 10% alcanzaban esa categoría. Los contratos indefinidos, multiplican por 2,5 los realizados hace un año, y casi cuatriplican los celebrados en 2019, antes de la pandemia”.
La afiliación a la Seguridad Social se sitúa en 146.628, aumentando en más de 7.000 personas con respecto al año anterior, y más de 9.000 el número de 2019, antes de la pandemia. Hay 739 más autónomos/as que en 2019.
“A pesar de la crisis energética, que ha disparado los precios, y la guerra en Ucrania, los indicadores de empleo y afiliación son positivos. El mantenimiento del empleo gracias a los ERTE, ha contribuido a una recuperación de niveles que mejora incluso la situación anterior al estallido de la Covid19. Y la reforma laboral comienza a arrojar datos de mayor estabilidad al empleo, cuadruplicando el número de contratos indefinidos con respecto a los que se celebraban antes de la pandemia”, ha dicho Jiménez.
“En una coyuntura de precios altos, es necesario garantizar el poder adquisitivo de los salarios y el mantenimiento del empleo. No se puede defender una bajada significativa de impuestos que debilitaría los servicios públicos y afectaría fundamentalmente al empeoramiento de las condiciones de vida de la sociedad más vulnerable”.
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