www.clm21.es
 El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina.
Ampliar
El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina. (Foto: Cortes CLM)

Finanzas autonómicas: Del superávit presupuestario de febrero, al elevado déficit de marzo

martes 24 de abril de 2018, 21:08h
El esfuerzo llevado a cabo por la Hacienda regional para tratar de controlar el déficit el año pasado está pasando factura a las cuentas públicas de 2018 durante los primeros meses del año. Así se desprende de los diferentes documentos de gestión financiera de la Comunidad Autónoma. Si en febrero el gobierno regional se movía en superávit presupuestario (el buen dato en términos de contabilidad nacional se hará público mañana), en marzo se había convertido en un elevado déficit, que ajustado estará por encima del 0,2% del PIB, cuando el límite para todo el año está en el 0,4%.

Una de las “trampas” que se llevan a cabo en las últimas semanas del año para tratar de evitar que se dispare el déficit oficial, se acumulen las facturas sin pagar (aumento de la deuda comercial) o tener que acudir al crédito (incremento de la deuda financiera) es pedir al proveedor que facture a primeros del año siguiente. La medida evita un reconocimiento de obligaciones y su liquidación y pago en un año, trasladándose al siguiente, lo que permite mejorar tanto el saldo presupuestario y contable como la tesorería al cierre del ejercicio.

A pesar de esos esfuerzos de diciembre, la Junta incumplió el objetivo de déficit en 2017 al alcanzar un desfase del 0,72% del PIB cuando el límite estaba en el 0,6%. Y encima, ese esfuerzo ha tenido su reflejo negativo en las cuentas del primer trimestre de 2018, en el que el déficit del saldo presupuestario se ha disparado un 27,26% en relación al mismo periodo del año pasado, como ya informó clm21.es. Además, se han incrementado las facturas pendientes de pago en el primer trimestre al arrastrarse compromisos y obligaciones del 2017. Tal es así que a finales de febrero todavía debía 70 millones de facturas presentadas de 2017 y había acumulado otros 174 millones de facturas presentadas por los proveedores en los dos primeros meses (algunas por obras o servicios realizados el año pasado). La deuda comercial ha crecido un 10,4% en un año. El gobierno dispone de poco menos de ocho meses para ir engullendo esa bola.

Marzo ha sido el mes del ajuste, de saldar y regularizar la creatividad de finales del año pasado y ha coincidido con el despegue del gasto del ejercicio corriente. El problema es que hasta finales marzo el porcentaje de incremento de los ingresos en comparación con el año pasado ha crecido un escaso 0,34% en relación al mismo periodo del año pasado. Si en enero y febrero, el gobierno había reconocido obligaciones de pago por valor de 802 millones de euros, en marzo había alcanzado ya los 1.433 millones.

De hecho, los datos de febrero de gestión presupuestaria de todas y cada una de las Comunidades Autónomas ya advertían de la debilidad del crecimiento de los ingresos de Castilla-La Mancha en comparación con el ritmo que se registraba en el conjunto autonómico. Mientras que la media de las regiones había recaudado ya el 14,23% de sus ingresos, el gobierno del presidente García-Page se quedaba en el 13,18%, si bien ha mejorado la recaudación respecto al año anterior en valores por encima del conjunto autonómico. En contraposición, los gastos presentaban similares diferencias. La buena recaudación del resto de las Comunidades les permitía ejecutar el 12,81% de sus gastos, mientras que Castilla-La Mancha se quedaba, al igual que en los ingresos, un punto por debajo y alcanzaba el 11,82% de reconocimiento de obligaciones. Aún más, respecto a un año antes, el resto de regiones han acelerado su ritmo de gasto en el arranque del año en un 6,56%, mientras que Castilla-La Mancha lo hace sólo un 0,35%. El buen dato para la hacienda regional es que en febrero tenía superávit presupuestario.

Con esa evolución de ingresos y gastos, a finales de febrero el conjunto autonómico presentaba un superávit presupuestario de 1.529 millones de euros (0,97% del presupuesto de gasto). En el caso de Castilla-La Mancha el dato se quedaba en el 0,66% del presupuesto de gasto (44,76 millones).

Sin embargo, en marzo el superávit presupuestario del gobierno del presidente García-Page se ha convertido en un elevado déficit de 106 millones de euros. Estas cifras anticipan que el dato que se conozca mañana jueves sobre las operaciones no financieras a finales de febrero será positivo para el ejecutivo regional, pero el de dentro de un mes será extremadamente preocupante con un déficit en el primer trimestre en relación al PIB que va a superar el 0,2%, cuando el límite que tiene la Comunidad para todo el año es del 0,4%.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios